EXISTE una asociación fundada por la escaladora profesional americana Madeleine Sorkin, después de una serie de tragedias en su comunidad, llamada Climbing Grief Fund (podríamos traducir libremente como fundación para el dolor en la escalada). Apuntemos que este “grief” no se refiere al dolor de tendinitis por traccionar de monodedos, ni por sufrir impacto de piedras, si no a dolor emocional (tampoco es si te ha dejado el novio o novia). Esta fundación y el American Alpine Club, anuncian una especie de subvención o beca que ofrece soporte financiero a personas impactadas por dolor, pérdida y trauma relacionados con la escalada, alpinismo o ski de montaña. Para este año ya hay establecidas 15 de estas becas de 600 dólares dirigidas a facilitar y poner en contacto a los afectados con terapias individuales o programas profesionales de salud mental que tratan este tema. Una recopilación de entrevistas con afectados será próximamente exhibida con el título The Colour of Mourning, (más o menos El Color del Duelo). Me ha llamado la atención este tema por lo insólito de su enfoque hacia esta vertiente de la práctica de los deportes de montaña tan plagados de accidentes, aunque me cabe la pequeña duda de la efectividad de 600 dólares en el filibustero sistema de salud estadounidense aunque algo hará. Tema difícil y a veces subjetivo, pues ¿quién se identifica como afectado?. Obviamente los implicados, luego familiares, luego amigos, luego…