R. BILBAO BASKET 99

MONBUS OBRADOIRO 72

Feliz vigésimo aniversario de Bilbao Basket Berri. Nada mejor que sumar la decimocuarta victoria de la campaña, barriendo al que debía ser un rival directo como el Monbus Obradoiro, pero que no lo es porque los hombres de negro suman ya 14 victorias, cinco más que la escuadra galaica, incrustándose de paso en zona de play offs con un margen evidente respecto a la novena posición.

Si el pasado fin de semana los discípulos de Mumbrú demostraron ser competitivos a pesar de la definitiva ausencia de Bouteille, ayer reafirmaron su habilidad para ganar. A ganar se aprende ganando, y ayer los hombres de negro barrieron de la cancha al Obradoiro, siendo Feltcher Magee el ejemplo más palmario. El escolta de Obradoiro, autor de 25 puntoas y cinco triples en el triunfo galaico de la primera vuelta –después de dos prórrogas– ayer se quedó en cero, desesperado por la defensa de los vizcainos.

El partido duró hasta el descanso, pese a que ya en el primer cuarto Bilbao Basket se escapó 27-13. Un viejo amigo como Kostas Vasileiadis entró en vena de aciertos y puso un nudo en la garganta de la afición local, liderando un parcial de 7-17, para dejar el luminoso 34-30.

Un tiempo muerto a tiempo de Alex Mumbrú, y la entrada de Lammers y Tyler Haws arregló el entuerto. Lammers, tras un mal día en Sevilla, dejó entrever que cada vez atine mejor desde la media distancia, mientras que Haws, que jugaba ante su exequipo en la ACB, mostró su acierto tirando con los pies plantados.

Si el 46-36 del descanso puso cierta calma entre el respetable, el reventón final llegó con el parcial de 11-0 del tercer período. Sulejmanovic y Balvin se hicieron grandes en la pintura, mientras que Rafa Martínez, Sergio Rodríguez y Rousselle estiraron ese parcial asta el definitivo 31-11. Ya con 77-47, el partido se rompió y los diez minutos finales acabaron siendo a puro beneficio de inventario.

La «energía» bilbaina y la «falta de energía» del Obradoiro, la clave subrayada por los dos técnicos

Después de dedicarle la victoria a Rafa Pueyo, Alex Mumbrú destacó que «hemos salido al partido con mucha energía, lo cual ha servido para que rompiéramos un poco el partido. Es cierto que Obradoiro ha vuelto y nos ha apretado, pero con esa energía que traíamos y con nuestra defensa del tercer cuarto, ellos se han venido un poco abajo y ha provocado que el resultado haya sido más abultado que lo que de verdad son los dos equipos».

«Teníamos muchas ganas de jugar en Miribilla, nuestra casa. Una parte de esa energía viene dada a estar tanto tiempo sin jugar en casa y ver por otra parte las gradas llenas», subrayó, por otro lado, el técnico bilbaino.

Esa ausencia de energía fue el principal motivo esgrimido por el preparador visitante Moncho Fernández para explicar «la manera en que nos han derrotado como nos han derrotado. De todas las batallas que ha habido a lo largo del partido, en esa sucesión de esfuerzos defensivos y ofensivos, no sabría decir cuánto habremos ganado. ¿El 2%? ¿El 1%? tendría que verlo, pero es que hemos perdido en todo», sentenció.A.G.