Ramón SOLA
DONOSTIA
CRISIS DEL CORONAVIRUS

La industria sigue abierta hoy mientras la reclusión se prorrogará a un mes

Nada tuvo de festivo el domingo en que Euskal Herria pasó de los 120 muertos con coronavirus (y Madrid de 1.000, e Italia de 5.000). Nada de sorprendente hubo en el anuncio de Pedro Sánchez de dos semanas más de confinamiento, hasta el 11 de abril. Y nada de lógico tiene que esta mañana miles de trabajadores vascos deban volver al tajo.

Italia decretó el sábado la paralización de toda la actividad productiva no esencial. Sus 5.000 muertes acumuladas por el coronavirus (la barrera se superó ayer) marcan la estela trágica al Estado español, que va camino de los 2.000. Así que la reunión ayer entre su presidente y los mandatarios autonómicos era la ocasión de decretar la misma medida de sentido común. No fue así, y en las comparecencias posteriores no quedó claro si este punto fue abordado en la reunión excepto por el president catalán, Quim Torra. Está claro que no salió de la boca de Iñigo Urkullu ni de María Chivite, que centraron sus reivindicaciones en el trasvase rápido de test y material para abordar los efectos de la crisis.

¿Y su raíz? El retorno hoy de decenas de miles de trabajadores vascos a sus puestos en la industria alimenta la posibilidad de contagios tanto en los tajos como en los desplazamientos, muchos en transporte público.

El caso más paradigmático es Sidenor, en Basauri, una de las localidad vascas más vapuleadas por el virus. El comité de empresa planteó parar la semana pasada, pero la Delegación de Trabajo de Bizkaia respaldó a la empresa, que ha amenazado además con tomar «acciones legales pertinentes» en caso de plantes. Es la misma factoría de Sidenor en que ayer por la mañana un trabajador tuvo que ser evacuado al hospital, tras quedársele un brazo atrapado en una máquina.

¿Temas distintos? No tanto si se escucha con detenimiento la argumentación de la consejera de Lakua, Arantza Tapia, ayer en Vocento en favor de la continuidad de la producción industrial allá donde sea posible: «Mire, la economía, la industria, son como un motor. Arrancarlo cuando ha estado parado mucho tiempo cuesta mucho y es lento. Arrancarlo cuando está al ralentí es más fácil. Y tenemos que seguir preparados para el momento en que podamos recuperar la normalidad». La rueda capitalista debe seguir girando, aplaste lo que aplaste.

En un mensaje en vídeo desde su domicilio, el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, se acordó por contra de todos estos trabajadores que ya han agotado el turno de noche o están llamados a la cadena de producción esta mañana: «¿Quién entiende que hayamos estado confinados todo el fin de semana y que ahora decenas de miles tengan que coger su coche o el transporte público, y compartir comedores o vestuarios con otros miles y miles de trabajadores y trabajadoras? Eso es anteponer el interés económico a la salud pública», sentenció.

La frase, casi en su literalidad, la calcó Torra en su comparecencia tras la reunión por videoconferencia de presidentes autonómicos. Y la acompañó de una medida concreta: una resolución de la Generalitat para que todas las personas que estén en una empresa guarden una distancia mínima de 1,5 metros, con la única salvedad de profesionales sanitarios, servicios sociales y policías.

Preguntado por ello en su segunda rueda de prensa en 20 horas, Pedro Sánchez desvió la cuestión, reiterando que el Estado español ya está tomando las medidas más drásticas del entorno, por encima de Italia en algunos detalles del confinamiento. Con todo, es previsible que tanto Urkullu como el mandatario español acaben teniendo que dar su brazo a torcer por consejo de los expertos. La explicación indirecta del director de la Mesa de Coordinación, Fernando Simón, sonó forzada: la Hubei aislada tenía el apoyo productivo de todo el resto de China, pero si el Estado español al completo cerrara su cadena, no contaría con un auxilio externo de ese nivel, vino a decir.

¿Se acabará revisando ese aval a la industria? Otegi prevé que sí, lo que hace más incomprensible esta demora: «Es imprescindible tomar la decisión de que todos los trabajos presenciales no imprescindibles sean suprimidos. Y va a tener un coste económico menor en la medida en que vamos a acabar tomando esta decisión tarde».

Arrantzales cuelgan redes

A la espera de lo que pase hoy en las industrias, nuevos sectores van tirando la toalla irremediablemente.

El pesquero esperaba a las subastas en lonja de este lunes para decidir si le compensaba o no seguir con la actividad en condiciones tan precarias, pero muchos arrantzales ya han colgado las redes este fin de semana.

Toca recluirse para evitar un virus que va devorando vidas a velocidad de vértigo y sin compasión. Dos detalles tremebundos de lo que se viene encima en los próximos días: el Gobierno español ha permitido de modo excepcional realizar enterramientos en menos de 24 horas y el de Lakua ha prohibido cualquier velatorio.

El goteo de vidas humanas es imparable de momento, ¿colapsará también el sistema sanitario? Las administraciones vascas lanzaron ayer mensajes de calma. La consejera de Lakua Nekane Murga dijo que hay un 20-30% libre en las UCI y varios procesos de ampliación en reserva, y la presidenta navarra, María Chivite, enfatizó que «no contemplamos que puedan darse situaciones de colapso».

Catorce muertos más en Nafarroa, ya hay 122 en Euskal Herria

Un día más, los datos aportados a mediodía por los Gobiernos de Lakua y de Iruñea hicieron engrosar la lista de personas fallecidas a causa del coronavirus, que suma ya 122 víctimas en Euskal Herria, veinticindo más que las contabilizadas el sábado. La mayoría de los decesos se concentran en Araba, con 60, mientras en Bizkaia se han producido 24 muertes, igual que en Nafarroa. Lo ocurrido ayer en este herrialde fue llamativo, y trágico, pues en unas horas casi se dobló el número de fallecidos. En los datos dados a mediodía por el Ejecutivo se apuntaba la existencia de 14 víctimas mortales del coronavirus, cuatro más que el día anterior, pero a última hora de la tarde se informó de la muerte de otras diez personas. De esta forma en menos de dos días se ha pasado de diez a 24 fallecidos. En Gipuzkoa había ayer 13 víctimas, y una en Zuberoa, la única en Ipar Euskal Herria. Con 25 muertes, la de ayer es una de las jornadas más negras de esta crisis.

Y la cifra de personas contagiadas sigue creciendo a un ritmo alto, sobre todo en Bizkaia, que ayer contabilizó 209 nuevos casos, hasta los 860 positivos oficiales. Ese herrialde lleva camino de rebasar a Araba en el número de infectados por el coronavirus por primera vez desde el inicio de la crisis sanitaria.

Aunque con 912 casos, 111 de ellos nuevos, Araba sigue siendo el más afectado por el virus, especialmente Gasteiz, que con 747 casos concentra el 81% del total de contagiados alaveses, y una cuarta parte del total de Euskal Herria. La capital arabarra está todavía a mucha distancia de Bilbo (223), Basauri (108) y Getxo (69), que son los municipios vizcainos más afectados.

Nafarroa, con 794 casos, 130 más que en el anterior recuento, también presenta un repunte muy importante. Este herrialde estuvo varios días con solo tres casos contabilizados, pero sobre todo en la última semana ha sufrido un crecimiento exponencial. Llama la atención, en este caso, que entre los y las profesionales del sistema sanitario la cifra de positivos se eleva a 138, el 17% del total.

En Gipuzkoa la crisis parece que está afectando de forma más suave, con 52 casos nuevos, hasta un total de 325. Donostia, con 58, el más afectado, por delante de Irun y Tolosa, con treinta.

En Ipar Euskal Herria ayer se informó de dos nuevos casos en Baiona, sumando 13 en total.I.B.