Curioso como los distintos gobiernos van tomando medidas escalonadas ante la pandemia sin acabar de creerse que lo que pasa en el país de al lado no acabará pasando en el suyo (ninguno lo creíamos por mucho que ahora vayamos de ‘ya lo decía yo’). Algunos países con pocos medios se apresuran algo más, así Nepal, que vive en gran parte del turismo, tiene cerrada la frontera con China desde hace dos meses, ha suspendido el acceso a sus montañas para todo tipo de actividades (gentes venidas de todo el mundo, problema asegurado) y ante la aparición de dos o tres casos de Covid-19 han cerrado definitivamente el país, hoteles, agencias de trekking, restaurantes y supresión de transportes a los más recónditos lugares de las montañas, siempre siendo escépticos sobre las posibilidades que tiene el gobierno de hacer cumplir estas normas. Según el “Nepali Times”, unos 10.000 turistas quedan todavía en el país y centenares de ellos distribuidos por los diversos caminos de montaña y pueblitos con grandes dificultades para volver. Ni más ni menos que lo que ha pasado con viajeros de todo el mundo que partieron antes de cierres de países y fronteras. Más cerca de aquí, la conocida marca Salewa-Oberalp, Montebelluna IT, redirige en dos semanas su producción a la fabricación de máscaras y ropas de Gore-Tex y PowerTex para la protección de sanitarios. 50.000 máscaras y 800 batas por semana. Estamos en otro mundo.