EL confinamiento sigue dando noticias en el mundo de montaña. La Gendarmería pilla in fraganti a escaladores colgados de una de las grandes paredes del Verdón, Provenza. Aunque suelen dejar sus coches escondidos lejos de los aparcamientos habituales, la Gendarmería patrulla los lugares con drones y helicópteros. Advierten que el lugar propio para el aislamiento es el propio domicilio y no pasando varios días en una “aislada” pared. La multa se la supone, aunque en Francia suele ser solo de 135 euros. Fuera del tema monográfico, estos días estaban las páginas de montaña inundadas de noticias extrañas más o menos sospechosas, más o menos verosímiles. Por fin veo una de ellas, con vídeo incluido, en la que Kilian Jornet declara que ha llegado el momento de descansar y más o menos que ha sido bonito mientras duró pero que ahora se va a dedicar a la pesca con caña. Salen incluso sus patrocinadores de Salomón agradeciéndole su recorrido deportivo y hablando de los nuevos y modernos materiales de los que estarán hechas sus cañas. Hasta que caigo que es 1 de abril, le poisson d`avril francés y el April Fool’s anglosajón, equivalente a nuestro 28 de diciembre. Aparecen desde el Gobernador de Texas ordenando a los escaladores que vuelvan a escalar en su estado para sustentar la economía hasta la petición a escaladores de que donen sus restos sobrantes de papel higiénico (siempre hay en los bolsillos), dada la escasez de tan preciado bien.