El doble aniversario que ha marcado el 8 de abril este año lleva a Jean-René Etchegaray, cabeza de la delegación de electos y sociedad civil de Ipar Euskal Herria, a reclamar la pertinencia de abordar «el camino realizado y el que queda por recorrer» en cuanto a la construcción de la paz, ello «pese al contexto extraordinario de la crisis sanitaria que, hoy por hoy, demanda todas nuestras energías».

El tercer aniversario del desarme de ETA llega en un contexto excepcional. ¿La urgencia sanitaria puede dejar en segundo plano las urgencias ligadas al proceso de paz?

Evidentemente hoy por hoy todos estamos volcados en responder a las urgencias que nos plantea esta crisis sanitaria, lo que exige toda nuestra energía. Sin embargo, eso no quiere decir, ni mucho menos, que nos olvidemos del trabajo que hemos realizado o que descuidemos la tarea que seguimos realizando actualmente. Hace falta que este aniversario del 8 de abril quede señalado, porque el camino recorrido por este país merece ser subrayado.

El prefecto de Pirineos Atlánticos, Eric Spitz, ha declarado días atrás que está fuera de lugar plantear la cuestión de los presos en estas circunstancias.

No estoy de acuerdo con el prefecto, tampoco eso sorprenderá demasiado. Evidentemente que no está fuera de lugar plantear la situación de los presos. No está fuera de lugar porque de hecho el Ministerio de Justicia ha adoptado en marzo una ordenanza en relación a la situación de los presos, contemplando cerca de 6.800 excarcelaciones en este periodo de crisis sanitaria. Hay presos vascos enfermos, otros que han cumplido ya 30 años de prisión, y que han visto como se les denegaba la libertad condicional. Y ello a causa de la actitud de la Fiscalía antiterrorista, que contradice incluso las decisiones tomadas por los jueces. Eso es algo que realmente me choca.

¿Está fuera de lugar hablar de la paz en el País Vasco? Pues lo siento, pero yo digo que no.

Si se considera que es tiempo de liberar a presos en razón de la crisis sanitaria, yo digo que es igualmente pertinente recordar que esa medida debería incluir también a los presos vascos que están enfermos, a los que están al final del cumplimiento de condena y a los que han pasado ya 30 años en la cárcel.

¿La situación exigiría adoptar decisiones mediante procedimientos de urgencia en razón de la edad, del estado de salud de los presos, dado que la vía ordinaria es muy larga?

Pienso que si en todos los dominios se imponen hoy procedimientos de urgencia, alguien debería explicar por qué esos dispositivos no pueden aplicarse a los presos políticos. Más aún si se tiene en cuenta la dureza y la larga duración en el tiempo de los procedimientos ordinarios para acceder a la libertad condicional. Un proceso de liberación condicional tiene muchas etapas, complejas y duras para los presos, hasta el punto de que algunos de ellos no quieren seguir adelante con esos procedimientos. De ahí que insista en afirmar que no entiendo la posición de la Fiscalía de recurrir las liberaciones condicionales cuando esas son incluso aceptadas por los jueces. Creo que la Fiscalía utiliza un software del pasado.

La actualidad más cercana nos remite al caso de Josu Urrutikoetxea, preso preventivo, con un cuadro de salud delicado, a quien también se ha denegado la excarcelación.

Josu Urrutikoetxea sufre de patologías graves y es mantenido en prisión cuando sabemos que el Covid-19 ha entrado ya en las cárceles, donde además se dan niveles de densidad y de promiscuidad muy importantes, con el consiguiente riesgo alto de contagio. Todos sabemos por qué está en la cárcel Josu Urrutikoetxea. Dicho esto, tampoco se puede obviar el papel que jugó en el proceso de paz.

Por lo demás, considero lógico plantear que si existe urgencia sanitaria esa consideración se aplique también en el caso de los presos vascos.

Ayer, 8 de abril, Esnal, Haranburu y Parot cumplieron 30 años de encarcelamiento.

Hablamos de presos con cerca de 70 años de edad. No me parece normal que las ordenanzas para excarcelar presos de la ministra Nicole Belloubet no incluyan a los presos enfermos, en final de condena, con 30 años de cárcel cumplidos. Y es del todo alucinante que se adopten decisiones de justicia que dicen que excarcelar a presos de esa edad puede implicar un peligro de alteración de orden público. En este país se ha hecho un proceso, ha habido un desarme, ETA se ha disuelto, hace nueve años que abandonó la violencia. Creo que ese contexto debe tenerse en cuenta. Más aún, si cabe, en la actual situación de urgencia sanitaria.

¿Ha hablado de todo esto con el Ministerio de Justicia?

No puedo responder a su pregunta, no hablo por mí, este es un trabajo que realizo con otras personas. Esta es una tarea colectiva que exige discreción.

¿Desde enero ha habido algún contacto con París?

La crisis del coronavirus está ahí y todo es más complicado. No ha habido encuentros, no es posible. A lo sumo son posibles las llamadas o mensajes. No voy a concretar más por un elemental principio de confidencialidad. Seguimos trabajando.

 

Euskal Delegazioa: «Egoera arriskutsua da»

«Desarmatzeak iragan eta etorkizunaren arteko haustura puntua markatu zuela» aldarrikatu zuen Ipar Euskal Herriko delegazioak 2017ko apirilaren 8an Baionan bildutako milaka herritarren aitzinean.

Ekimen historiko horren hirugarren urteurrenaren karietara, hamalau hautetsi eta gizarte eragileren sostenguz, atzo zabaldu zuen agirian «dramatikotzat» jo zuen egoera. Delegazioak fermuki salatu du Jakes Esnal, Xistor Haranburu eta Ion Kepa Parot presoek bizi duten egoera. 30. urteko kartzelaldira heldu ziren atzo, «prokuradoreak sistematikoki helegitea aurkeztu duelako» hiru lapurtarrak askatzeko epaileek harturiko erabakien kontra. Preso horiek hil arte kartzelan atxikitzea «hautu politikoa» dela iritzita, «egoera ulertezina, bidegabea eta arriskutsua dela» nabarmendu zuen Jean-Rene Etchegaray Euskal Elkargoko lehendakaria buru duen delegazioak.

Joan den urteko maiatzean, Biarritzen, bake prozesua laguntzeko emandako hitza betetzeko eskatu dio euskal ordezkaritzak Emmanuel Macron frantses presidenteari, hiru preso beterano horiek aske uzteko eskatuz beste behin ere. M. UBIRIA.