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PERFIL

Adiós al «califa rojo», un modelo de compromiso y honestidad

El histórico líder de Izquierda Unida Julio Anguita falleció ayer a los 78 años en Córdoba, donde había sido ingresado la pasada semana a causa de una parada cardiorrespiratoria. Anguita había sufrido ya varios ataques al corazón que le llevaron a ser intervenido quirúrgicamente en dos ocasiones. El primer infarto lo sufrió en el año 1993 en Barcelona. Incluso publicó ‘Corazón rojo. La vida después de un infarto’, donde relataba su propia experiencia.

Hijo de militar, bisnieto y nieto de guardia civil, nació en Fuengirola (Málaga) en 1941 pero estuvo afincado en Córdoba desde la infancia, Anguita se licenció en Historia en Barcelona y ejerció como maestro y profesor de secundaria.

Tras militar en grupos clandestinos bajo la dictadura franquista, ingresó en 1972 en el Partido Comunista de España (PCE) En las elecciones municipales de 1979 fue el candidato a la Alcaldía de Córdoba, cargo que alcanzó y ostentaría hasta 1986 en una etapa en la que fue apodado como el ‘califa rojo’ al ser el único alcalde comunista de una capital del Estado español.

Diputado en el Parlamento andaluz, fue candidato a la Presidencia de la Junta en 1986 al frente de la coalición Izquierda Unida, que se estrenó como marca en dichos comicios autonómicos logrando 19 escaños.

En febrero de 1989 fue elegido secretario general del PCE y un año después se convirtió en coordinador general de IU, con quien fue candidato a la Presidencia del Gobierno, llevando a la coalición a obtener sus mejores resultados electorales en las generales de 1993 y 1996, año en el que alcanzó el 10% de los votos y 21 diputados.

Su posición política se caracterizó por supeditar cualquier tipo de pacto con el PSOE a acuerdos programáticos concretos, haciendo famoso el lema ‘Programa, programa, programa’, y defender tanto la teoría de las «dos orillas», en la que equiparaba las posiciones de PP y PSOE, como el «sorpasso», según la cual IU debía aspirar a superar al PSOE para convertirse en fuerza hegemónica de la izquierda en el Estado español.

Anguita dejó los cargos en el PCE e IU alegando razones de salud pero nunca ocultó su oposición a la decisión de concurrir electoralmente junto al PSOE.

La muerte de uno de sus hijos, Julio Anguita Parrado, reportero de guerra del diario “El Mundo”, cuando cubría la guerra de Irak el 7 de abril de 2003, le marcó profundamente y le confirmó en sus convicciones.

Jubilado de su actividad docente en el curso 2003-2004, se siguió distanciando de las posiciones políticas de sus antiguos compañeros, protagonizando en paralelo acercamientos al entorno de Podemos desde el primer éxito de la formación morada en las europeas de 2015.

La dirección federal de IU despidió a «un hombre incorruptible que, en un sistema corrupto, hizo de los principios una de las armas más poderosas que puso al servicio de todas las personas». reza el comunicado.

El vicepresidente español y líder de Podemos, Pablo Iglesias, l definió como «el mejor referente político», una persona que le marcó el camino y que siempre «se atrevió a señalar al poder».

El presidente español, Pedro Sánchez (PSOE), elogió a «un hombre coherente, honesto, siempre crítico», que defendió «de manera incansable la igualdad y la justicia social».

Hasta los presidentes del PP y de Ciudadanos, Pablo Casado e Inés Arrimadas, respectivamente, se sumaron a las condolencias por la muerte

El «califa rojo» tuvo puntualmente relación con Euskal Herria. En su etapa de máximo dirigente de IU tuvo una posición muy crítica con HB, pero también fue prácticamente el único dirigente estatal que denunció la caza de brujas del verano de 1997 y se posicionó contra la ilegalización en 2002-03.

El fallecido dirigente español nunca ocultó su admiración por la trayectoria de lucha política de Euskal Herria, como reconoció en una entrevista a Julio Flor para GARA en diciembre de 2017 (disponible en NAIZ)

Esta concepción hizo que Anguita hiciera público un mensaje de despedida a Jon Idigoras en 2005 y que denunciara también el encarcelamiento de Arnaldo Otegi y sus compañeros. El coordinador general de EH Bildu le despidió ayer en las redes sociales con la imagen de un apretón de manos entre ambos y el ‘Agur eta ohore’.

El lehendakari de la CAV, Iñigo Urkullu,0 destacó su «honestidad, más allá de aciertos y errores. Goian Bego».

El PNV despidió con el mismo lema a un «referente de la política con mayúsculas»..