Después de siete años de fructífera carrera en Rusia, Turquía y Estados Unidos, la escolta catalana llega a Gasteiz en parte porque quiere «volver a casa» y también para superar la operación de rodilla de hace unos meses mientras se prepara para los próximos Juegos de Tokio.

Aunque era un secreto a voces, ayer se confirmó el fichaje de campanillas que ha realizado Kutxabank Araski de cara a las temporada 2020/21 de la Liga Femenina Endesa de baloncesto: nada menos que la escolta catalana Anna Cruz; ganadora del anillo de la WNBA en la campaña 2015/16 con las Minnesota Linx, ganadora de la Euroliga en la temporada 2016/17 con el Dynamo Kursk, dos veces medalla de oro en los Eurobasket de 2017 y 2019, medalla de plata en el Mundial de 2014 y también plata en los Juegos Olímpicos de Río 2016, así como los bronces del Eurobasket de 2017 y el Mundial de 2018.

La jugadora barcelonesa, de 1,74 metros de altura y 33 años, ya era una estrella antes de abandonar la Liga Femenina hace siete años, después de ganar dos veces la Copa con el extinto Rivas y haber alcanzado la finalísima de la Euroliga con el equipo madrileño.

Ya en el circuito europeo, Cruz se ha pasado seis y medio en Rusia –más los dos años en la WNBA, primero en las New York Liberty y después triunfando en Minnesota, donde ejercía de base y dispuso de bastantes minutos– y el último medio año en el Fenerbahçe turco.

Su carrera lejos de la Liga Femenina también ha sido muy fructífera, logrando ganar dos veces la Liga Rusa, con el Dynamo Kursk y con el Nadhezda Oremburgo, equipo éste en el que coincidió con el técnico gasteiztarra Roberto Íñiguez de Heredia, actual entrenador de Perfumerías Avenida.

El CSKA, a por Shengelia

Mientras tanto, todo apunta a que el CSKA de Moscú sigue encontrando un caladero apetecible en Gasteiz, ya que las últimas informaciones apuntan que, tras interesarse por Luca Vildoza, quieren ir de cabeza a por Tornike Shengelia.