Apunto de salir del confinamiento, llamado cuarentena, aunque para cuarentena la que tuvimos con Franco y a algunos no les molestó lo suficiente; repito, a punto de salir de la cosa, se oía decir que de ésta saldríamos mejores, más conscientes de lo que es necesario y de lo superfluo, etc. Ahora leo que la Autoridad de Telecomunicaciones de Nepal, ¡del Nepal!, anuncia la cercana instalación de “free wifi” de calidad en el campo base del Everest y cercanías ya que los montañeros intentando la montaña –es lo que hacen los montañeros, ¿no?– protestaban por la malas prestaciones y carestía de la conexión y es que los patrocinadores, amigos y enemigos merecen unas buenas imágenes o un buen twiter. 69 millones de euros se llama la figura (prácticamente “un Corinna”) y no se dice quien paga ni para qué. Por otra parte, el conocido e histórico alpinista estadounidense John Roskelly presenta su candidatura al senado por los Demócratas en el estado de Whashington. Duramente golpeado por la muerte de su hijo Jess junto a los conocidos alpinistas David Lama y Hansjörg Auer en el descenso de una dura ruta en el Banff National Park, John se presenta con ideas enfocadas, más que en un programa socialmente progresista, en la conservación de espacios naturales y calidad del agua, elementos destruidos por la corriente administración, algo que estimula, al parecer, a cierto alpinismo, un mundo desde siempre reacio a la directa inmersión en política.