Iñaki Lekuona
Periodista
AZKEN PUNTUA

El zorro

La mascarilla es obligatoria desde hoy en todos los espacios cerrados a este lado del Bidasoa, con lo que nos vamos pareciendo más a los de la otra orilla, ésa por donde se ha paseado estos días ése al que llaman el Preparado, no se sabe si por sus competencias adquiridas o porque lo suyo sigue estando atado y bien atado desde que aquel tierno abuelito llamado Francisco Franco le cogiera de la mano siendo apenas un bebé. «¿Es un machote?» debió de preguntar el dictador. «Sí, como su padre», dicen que respondió el que a la postre le sucedería en la jefatura de un Estado hasta tal punto larvado por la oligarquía que hoy día la podredumbre supura incluso en la sacrosanta Casa Real. El tufo es insoportable, pero no se puede vomitar con la mascarilla puesta.

Aquí no hay rey, pero ni falta que hace, porque la manera de hacer de los Borbones quedó impregnada en Versalles de tal manera que los inquilinos del Elíseo se tienen por Luis XIV, como Macron, que con su dedo de oro ha colocado de ministro de Interior a Gérald Darmanin, un político al que señalan como misógino y homófobo, que ha mantenido posiciones de extrema derecha, y que ha sido acusado en varias ocasiones de abusos sexuales, violación, acoso sexual y abuso de confianza, aunque en todas ellas ha salido impune. La sonrisa de prepotencia no la esconde ni bajo su máscara, que es la del zorro en el gallinero.