El martes se produjeron setenta hospitalizaciones a causa del covid-19 en Hego Euskal Herria, nueve de ellos en Nafarroa y el resto en los centros hospitalarios de la CAV. Se trata del mayor número de ingresos en esta segunda oleada de la pandemia. Además, las unidades de cuidados intensivos recibieron siete pacientes más. De esta forma, ya hay 377 personas ingresadas, 48 de las cuales están en las UCI.

Este importante repunte en los hospitales coincide con un aumento en la cifra de fallecidos. Osakidetza, que difunde los datos sobre los decesos una vez por semana, informó ayer de que entre el 24 y el 30 de agosto 27 personas fallecieron por el covid-19 en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. Son ocho más que en el informe anterior y es, también en este caso, el número más alto de esta segunda acometida del virus. Además, a esa cifra hay que sumar otros 13 pacientes que perecieron con una PCR positiva, pero que el Departamento de Salud considera que el coronavirus no ha sido la causa directa de su muerte. Por tanto, son 40 las personas que fallecieron en la CAV en la última semana de la que se tienen datos.

El recuento, sin embargo, no queda ahí: un usuario de la residencia Hermano Garate-San Ignacio de Donostia y un vecino de Iruñea de 84 años de edad se sumaron ayer a la lista de fallecidos. Así, el número de decesos en Euskal Herria desde que se informó del primer óbito hace seis meses se eleva ya a 2.250.

La R0 baja de 1 en la CAV

Este aumento de víctimas e ingresos hospitalarios se produce cuando parece que el crecimiento de nuevos contagios sugiere una estabilización. Y es que aunque la cifra de positivos volvió a subir respecto a la víspera, hasta los 680 casos, no lo hizo de forma acusada, y en estos primeros días de la semana se mantiene en los mismos parámetros que en la anterior, sin grandes alzas.

En concreto, en la CAV hay dos datos que permiten barajar esa posibilidad: por un lado, el porcentaje de casos detectados por PCR ha ido bajando en los últimos días hasta situarse en el 6,1%, todavía por encima del 5% que se toma como referencia, pero por debajo de las cifras que se han dado en anteriores jornadas. En Nafarroa, el porcentaje fue algo mayor, del 8,2%, pero un punto menos que la víspera.

Por otro lado, el número reproductivo básico (R0), que estima la velocidad con que una enfermedad puede propagarse en una población, fue ayer de 0,99, bajando por primera vez en dos meses de 1, el punto a partir del cual se considera que el virus se encuentra en fase de expansión.

La última vez que esa referencia había sido inferior a 1 fue el 3 de julio. Ese día Osakidetza informó de diez contagios y no se produjo ninguna hospitalización ni hubo nuevos fallecidos. Desde entonces, la R0 siempre ha estado por encima de 1 en la CAV, el virus se ha expandido y la situación actual, salta a la vista, es mucho peor que entonces.

La quinta parte de marzo

Nekane Murga coincidió ayer en que se observan «señales de estabilización» de la pandemia, aunque matizó que es «preciso esperar a que esto se asiente» para confirmar que hay «un cambio de tendencia». En rueda de prensa, la consejera de Salud de Lakua agradeció a la ciudadanía su apoyo y cumplimiento de las medidas puestas en marcha, «porque gracias a esta colaboración conjunta se está logrando contener los nuevos contagios», en un mensaje más conciliador que en anteriores ocasiones.

Con todo, la titular de Salud reconoció que las cifras de ingresos son «elevadas», y señaló que el repunte se debe al «decalaje» que existe en la evolución de la enfermedad desde que se detectan los positivos. También apuntó que está subiendo la edad media de los que se infectan, con lo que el riesgo es superior. De todos modos, precisó que las cifras de hospitalizaciones de ahora son la quinta parte de los peores días de marzo y que, de momento, el incremento observado se encuentra dentro del escenario previsto por su departamento a corto plazo.

Nafarroa: gravedad moderada

Su homóloga en el Ejecutivo de Iruñea, Santos Indurain, hizo balance del informe epidemiológico de la semana del 24 al 30 de agosto, en la que la tasa de casos en Nafarroa se sitúa en 160 por 100.000 habitantes, cuando la semana anterior era de 180. Los expertos de Salud Pública, explicó, califican la situación epidemiológica como de una gravedad moderada.

Hay una tendencia mantenida en el área de Lizarra de 133 casos por 100.000 habitantes (136 la semana anterior) y en Iruñea, de 100 (76 la semana anterior). Por el contrario, se observa una tendencia ascendente en Tutera, donde la tasa se ha duplicado, al pasar de 186 a 393 casos por 100.000 habitantes, aunque en esta situación, matizó, ha tenido influencia el cribado realizado en la empresa Uvesa, donde se detectaron 175 casos.

«Nuestro objetivo es aplanar esta curva de incidencia en este área», explicó la consejera.

Cribado en los centros educativos y sociosanitarios de Nafarroa

El Gobierno de Iruñea va a realizar dos nuevos cribados de covid-19 a partir de esta semana, uno de ellos a la totalidad de residentes en los centros sociosanitarios y otro a una muestra de mil alumnos de centros educativos y a sus profesores.

El cribado en centros sociosanitarios de personas mayores o con discapacidad empieza esta misma semana en el área de Tutera, según explicó ayer la consejera de Salud, Santos Indurain. En concreto, se va a llevar a cabo un cribado en el medio residencial para los 6.000 usuarios de 150 centros de mayores o con discapacidad.

La consejera apuntó que el objetivo de esta medida es detectar casos asintómáticos de coronavirus en las residencias y conocer su estado inmunitario para evitar la propagación del covid en una población que es altamente vulnerable al virus.

Por otro lado, el Ejecutivo va a desarrollar un plan de cribado para el alumnado y personal docente. Con este plan, expuso la consejera, se pretende medir la prevalencia de anticuerpos en los escolares y profesores por nivel educativo, en una muestra de unos mil estudiantes. También se quiere conocer la presencia de anticuerpos en alumnos y docentes especialmente vulnerables al coronavirus. Para ello se realizarán test rápidos en los propios centros educativos y, si el resultado es positivo, se hará una prueba PCR, lo que exigirá la autorización previa de los padres y madres, a los que se informará posteriormente del resultado del test.

En la Universidad Pública (UPNA) también se hará un cribado entre 400 alumnos y alumnas y 100 docentes, que serán seleccionados aleatoriamente.GARA