Julian Alaphilippe cumple su sueño y gana el Mundial
Julian Alaphilippe ganó ayer en solitario el Mundial de Imola fiel a su estilo al atacar en la última subida a Gallisterna a falta de doce kilómetros para lograr unos segundos a un quinteto perseguidor y llegar a meta por delante de Wout Van Aert, plata, y Marc Hirschi, bronce. Mikel Landa y Pello Bilbao entraron en el Top 20 tras aguantar con los mejores hasta la cota decisiva.
El suizo Marc Hirschi hizo la selección en su tramo más duro del 11% y Julian Alaphilippe lanzó un ataque antes de coronar al que no pudieron responder Van Aert, Roglic, Fuglsang, Kwiatkowski y Hirschi, que se entendieron por detrás, pero no lo suficiente como para recuperar los quince segundos que alcanzó Alaphilippe. Lograba así subir al podio por vez primera en una prueba que deseaba tanto como se le resistía y lo hizo al cajón más alto en su año más complicado por el fallecimiento de su padre, por el confinamiento y porque no había podido alcanzar su mejor nivel a pesar de ganar una etapa del Tour en Niza.
Roglic confirmó que alcanzó su mejor momento de forma demasiado pronto y no aprovechó el sacrificio de Pogacar, que atacó a 41 de meta en la penúltima subida de Gallisterna para desgastar a los rivales y favorecerle. Tampoco fue capaz de ayudar a su compañero Van Aert a lograr más que una medalla de plata que se suma a la que logró en la contrarreloj.
Tras ser cazado Pogacar por Tom Dumoulin en la última ascensión a Mazzolano, se formó un cuarteto en cabeza con Mikel Landa, Nibali, Urán y Van Aert y Guillaume Martin los atrapó dentro de un gran trabajo de la selección francesa que agradeció Alaphilippe tras lograr la victoria: «Era el sueño de mi carrera, no había conseguido nunca subir al podio y he conseguido ganar. Quiero agradecer el trabajo del equipo francés, que ha estado muy fuerte, y al seleccionador Thomas Voeckler, que ha confiado en mí para lograr mi victoria más importante».