Superado el primer fin de semana del toque de queda que rige para 46 millones de ciudadanos del Estado francés, las declaraciones del presidente del consejo científico, Jean-François Delfraissy, que valoró ayer la situación epidémica como «muy grave, incluso crítica», situaron de nuevo el debate político y mediático en la antesala de un reconfinamiento.

Invitado del programa matinal de la emisora RTL, el doctor Delfraissy se declaraba «sorprendido por la brutalidad de la evolución de la epidemia en los últimos diez días» y aseveraba que esos 52.000 casos oficializados el domingo por las autoridades sanitarias muestran solo una parte de la realidad. A su entender, si se tiene en cuenta a las personas que no presentan síntomas y a las que no se ha testado, la cifra de contagios en el Estado francés podría acercarse a las 100.000.

El virus circula con rapidez en el conjunto hexagonal, ayudado por el factor estacional que lleva a que las actividades cotidianas se desarrollen en espacios cerrados, más propicios para la difusión del virus, lo que hace temer al presidente del consejo científico por «una segunda ola mucho más fuerte que la primera». Delfraissy considera, por ello, que «el sistema de salud se va a ver muy impactado en las próximas tres o cuatro semanas» y estima que, a día de hoy, «la ciudadanía no es consciente de lo que nos espera».

Ya el fin de semana se produjeron traslados aislados de pacientes desde hospitales de la región de Auverge-Rhône-Alpes, en situación de saturación, hacia centros sanitarios de Nueva Aquitania. El departamento de Pirineos Atlánticos del que forma parte Ipar Euskal Herria es, de hecho, el único que ha basculado a zona de aplicación del toque de queda en esa región.

Con 339 casos por 100.000 habitantes y una tasa de positividad del 15,6%, la incidencia se ha multiplicado por 160 en solo dos semanas en el departamento que une a Biarno y Euskal Herria. Aunque no hay datos exhaustivos de la situación en Zuberoa, Nafarroa Beherea y Lapurdi, la herramienta digital Geodes, de Santé France, ofrece mapas a distintas escalas. Un repaso de las localidades vascas permite observar ese avance de la pandemia, no ya en la costa labortana, sino en Nafarroa Beherea y Zuberoa. Un tercio de los 159 municipios vascos aparecen ya en los baremos más altos ->500 o >1.000- de incidencia que mide ese mapa interactivo.

El Hospital de Baiona, con un 40% de camas de reanimación ocupadas por pacientes covid, se ve abocado así a decretar el «plan blanco» para movilizar más personal. Y lo hace tras desprogramar varias operaciones.