GARA
SANTIAGO DE CHILE
REFERÉNDUM CONSTITUCIONAL EN CHILE

Una contundente victoria da inicio al proceso de la nueva Constitución

La victoria del «Apruebo» en el referéndum para elaborar una nueva Constitución en Chile fue una contundente muestra de rechazo a la herencia de la dictadura de Pinochet y su sistema neoliberal. Con el 78% de los votos, puso en marcha el proceso para redactar la nueva Carta Magna con una convención constituyente elegida para ese fin.

El pueblo chileno fue contundente en el plebiscito del domingo y votó a favor de una nueva Constitución para acabar con la que seguía vigente desde la dictadura de Augusto Pinochet. El 78% de la ciudadanía votó a favor del cambio en un histórico referéndum surgido en respuesta a las protestas sociales de hace un año, en las que hubo al menos 30 muertos y miles de heridos.

El resultado supone que el país enterrará su actual Carta Magna, heredada de la dictadura y que sostiene un sistema neoliberal a ultranza, germen de las desigualdades que originaron las revueltas.

Familias enteras, jubilados, estudiantes y migrantes volvieron a inundar la ya emblemática Plaza Italia con aplausos, caceroladas, fuegos artificiales, pitidos y batucadas.

En otros puntos de Chile, de Arica a Punta Arenas, se coreaba también «Chile despertó» en una histórica jornada, que, para algunos, fue «una lección democrática al mundo» y, para otros, «una victoria agridulce que costó demasiadas vidas».

Además de votar abrumadoramente a favor del «Apruebo» y abrir un proceso constituyente, los chilenos respaldaron con una fuerte mayoría (79%) que el órgano que redacte la nueva ley fundamental sea una Convención Constitucional que estará compuesta por 155 personas elegidas por votación popular solo para ese fin.

La opción del «Rechazo», impulsada por parte de la derecha y que abogaba por hacer reformas a partir de nuevas leyes sin cambiar el marco constitucional, obtuvo casi un 22% de los votos, lo que en este caso no parece reflejar la «polarización» con la que se describe la política chilena.

La participación superó el 50%, un porcentaje que se encuentra entre los más altos desde que el voto dejó de ser obligatorio en 2012. En esta ocasión, la pandemia retrajo de acudir a las urnas a muchos de los 14,7 millones votantes inscritos.

El resultado pone a la ciudadanía en el centro de un proceso único que comenzó con la toma de las calles a partir del 18 de octubre de 2019, con masivas manifestaciones para reclamar un modelo socioeconómico más justo. La rebelión ciudadana forzó a la clase política a aprobar algunas reformas que no fueron suficientes para aplacar el descontento y, finalmente, este plebiscito para reformar la Constitución.

En la palestra han quedado también las fuerzas de seguridad, sobre las que recaen miles de denuncias por represión y violación de derechos humanos.

El presidente chileno, Sebastián Piñera, se felicitó por el triunfo «de la ciudadanía y la democracia». No llegó a decantarse por el «Apruebo» o el «Rechazo» y pidió a los miembros de su Gabinete no participar en actos públicos en apoyo a ninguna de las opciones.

La Constitución de Pinochet fue reformada multitud de veces durante los últimos 30 años de democracia, pero siguió siendo el sostén del modelo neoliberal chileno e impedía grandes reformas estructurales en salud, educación y pensiones, aspectos subordinados a intereses privados y de mercado.

La nueva Carta Magna acabará definitivamente con uno de los últimos reductos de la era Pinochet, pero la profundidad del cambio de modelo socioeconómico dependerá de los consensos que los constituyentes alcancen y de la continuidad de la movilización y de la presión de la calle que ha llevado hasta este punto.

Elecciones el 11 de abril

La elección de los integrantes de la Convención Constituyente se llevará a cabo el 11 de abril de 2021. Tendrá un carácter paritario; como máximo podrá haber 78 hombres o 78 mujeres.

Aun está por decidir si habrá escaños reservados para los pueblos indígenas, como reclaman algunas organizaciones de los pueblos originarios.

La Convención deberá redactar y aprobar una propuesta de texto de nueva Carta Magna en el plazo máximo de nueve meses, prorrogable por otros tres meses a petición de su presidente o de un tercio de sus miembros.

Las disposiciones del nuevo texto deberán ser aprobadas por dos tercios de los constituyentes, lo que va a precisar grandes acuerdos. Además, los cambios se tendrán que enfrentar a los sectores que intentarán impedirlos o reducirlos al máximo.

Así, la senadora Jacqueline Van Rysselberghe, de la derechista Unión Demócrata Independiente (UDI), partido que defendió el «Rechazo», adelantó que trabajarán para que el cambio constitucional no parta de cero, es decir, que el nuevo texto incorpore lo máximo posible el contenido de la actual Constitución.

Finalmente, la nueva ley fundamental volverá a ser sometida a referéndum, esta vez con voto obligatorio, al final de un proceso que llevará casi dos años y durante el cual se cruzará con hasta tres convocatorias electorales entre comicios regionales y nacionales.

Varios dirigentes y líderes latinoamericanos como el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro; el ministro de Asuntos Exteriores de Argentina, Felipe Solá; el exmandatario de Bolivia Evo Morales y el expresidente brasileño Luiz Inacio Lula Da Silva felicitaron al pueblo de Chile por haber votado a favor del fin de la Constitución de Augusto Pinochet y por la redacción de una nueva Carta Magna.

Anulada la orden de detención contra Evo Morales en Bolivia

La Justicia boliviana levantó una orden de detención contra el expresidente Evo Morales. «Sus derechos han sido vulnerados, principalmente sus derechos de defensa porque no fue debidamente citado», anunció el presidente de la Corte de La Paz, Jorge Quino. La Fiscalía General había solicitado en julio su procesamiento or «sedición y terrorismo». El presidente electo, Luis Arce emplazó a Morales a regresar al país para poder defenderse «de todos esos juicios que le están haciendo porque están infringiendo muchas normas», aunque señaló que las causas abiertas «tienen que continuar porque eso es un resorte del órgano judicial». Además, Arce adelantó que se han iniciado investigaciones judiciales contra los integrantes del Gobierno de Jeanine Áñez, y «eso también tiene que seguir su curso en el órgano judicial». Morales viajó ayer a Venezuela desde su exilio en Argentina, a donde tiene previsto volver el domingo. Aún no ha fijado fecha para su regreso a Bolivia, pero avanzó que podría ser el 11 de noviembre.GARA