Las diferentes formas de confinamiento a lo largo de estos meses y en los países del entorno son muchas veces discutidas sobre todo por su carácter genérico o sus agravios comparativos. Así, en Francia es rechazada en los entornos alpinos y de montaña la regla 1km / 1 hora, por la cual solo se puede pasear en exteriores durante una hora y en el entorno de 1km. Existe incluso una campaña con petición de unas 200.000 firmas para que se revise la norma, aun declarando ser conscientes de la necesidad de un confinamiento por el elevado número de casos. La práctica de deportes de montaña ha sido frecuentemente prohibida en los momentos álgidos de la pandemia basándose en que los posibles rescates por accidentes ocupan recursos médicos tan necesarios y el salto a la torera de la ley se da con el riesgo de una no muy elevada multa de 135 euros en Francia. Otra cosa es lo ocurrido en Italia (y va más de un caso) en que un escalador practicando boulder (y escapado del confinamiento) cae con resultado de una pierna rota por lo que tiene que intervenir el grupo de rescate. Hasta aquí normal. No tan normal es que al ingresar en el hospital se cotejan sus datos y queda en evidencia que estaba registrado en el sistema como covid-19 positivo con alta carga viral y que en teoría estaba confinado en casa. Resultado: el grupo de rescate queda confinado preventivamente y el sujeto queda expuesto a detención de 3 a 18 meses y multa entre 500 y 5.000 euros.