Un viento azota mi azotea desde nada se otea. ¿Por qué se le da tanta cancha mediática a Isabel Díaz Ayuso? Un programa de culto, “Caiga Quien Caiga”, empezó haciendo bromas con Esperanza Aguirre por sus desvaríos varios y acabó convirtiéndose en una de las abanderadas de la extrema derecha madrileña y española. Es cuestión de medida. Aquellos tiempos donde creíamos en las contradicciones y en las capacidades del pueblo, sea lo sea lo que signifique hoy eso, siempre sabe discernir entre lo bueno y lo malo. Pues no. Pones a una persona de esta manifiesta incapacidad política al frente de una Comunidad y si cada día la sacas para reírte o para bendecirla, acaba siendo un fenómeno de masas y teniendo más influencia de la que nos creemos.

No sirve tampoco la otra teoría de que es la manera de derribar a Casado, porque se derriba solo. O tropieza. O tiene un equipo que le lleva cada día hacia el ocaso. Y ha sido precisamente él quien ha hecho la pregunta más inocente en la ceremonia inaugural de la gala televisiva Hospital inútil, «¿tiene quirófanos?». Y el silencio se ha hecho e ISA ha callado y un propio ha salido al paso y ha dicho, «aquí lo que hay son salas de procedimientos, lo que llamamos salas de curas». Premio. Se inaugura un supuesto hospital, sin médicos, instrumentos, pacientes ni quirófanos, solamente con salas de curas. Llevan gastados cien millones de euros que pronto aparecerán en el sumario de otro proceso contra la banda de Casado. Además de esta certificación de ejercicio del absurdo, lo patético es ver cómo se ponen para inaugurar un edifico sin más sentido que la propaganda y el gasto en ladrillos. El descaro es descomunal, pero llevan haciendo mucho ruido muchos meses. Con estos actos no se ganan elecciones en Catalunya. Las próximas que va a perder Casado.