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La Asamblea Nacional chavista llama al diálogo y a la reconciliación sin olvido

El chavismo recuperó ayer oficialmente el control de la Asamblea Nacional, cuyo presidente, el exministro Jorge Rodríguez, llamó al diálogo y a la reconciliación, pero sin olvido. Juan Guaidó, que se aferra a su única baza de cara al exterior, instaló su propia cámara paralela.

Con retratos de Hugo Chávez y del prócer Simón Bolívar, el chavismo tomó ayer oficialmente el control de la nueva Asamblea Nacional de Venezuela, mientras el líder opositor Juan Guaidó se niega a perder su única baza de cara a mantener el apoyo de EEUU y sus aliados e instaló un parlamento paralelo.

Con 256 de 277 escaños, el gobernante PSUV y sus aliados pasan a controlar la unicameral Asamblea Nacional hasta 2026, el único poder público que estaba en manos de la oposición, que decidió boicotear las elecciones legislativas del 6 de diciembre, en las que el chavismo obtuvo una contundente victoria.

El nuevo presidente de la Cámara, el exministro de Comunicación Jorge Rodríguez, aseguró que impulsará un «gran diálogo nacional social y político» entre todos los sectores del país para lograr la reconciliación de los venezolanos actualmente divididos en medio de la crisis política, incluidos los opositores que no participaron en los comicios, aunque no citó a Guaidó.

La propuesta llegó después de que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, indicara el lunes, en un acto con los diputados, que está dispuesto a un diálogo con todos los sectores.

Rodríguez, que fue elegido con 256 votos a favor y 20 en contra, dejó claro que se enfocará en la reconciliación y en la reconstrucción de lo que fue destruido por la anterior directiva de la Asamblea Nacional, presidida por Guaidó.

Pero afirmó que «no puede haber perdón con olvido» o «reconciliación con amnesia», en relación al período anterior de la Asamblea, en la que Guaidó se proclamó «presidente encargado», en 2019, e impulsó una avalancha de sanciones para tratar de forzar la salida de Maduro. «Métanse sus sanciones por donde les quepan», zanjó. «Sanciones que son inútiles porque el pueblo de Venezuela ha demostrado que ni con las peores sanciones lograrán doblegar su ímpetu libertario». No obstante, sostuvo que «hay crímenes que deben ser pagados».

Reiteró, en ese sentido, la denuncia de que los anteriores diputados de oposición se apropiaron de recursos del Estado, de empresas de Venezuela en el exterior, como Monómeros en Colombia y Citgo en EEUU, y que los opositores Leopoldo López, Julio Borges, Carlos Vecchio y Guaidó robaron «miles de millones de dólares» que tienen en paraísos fiscales.

Rodríguez indicó, asimismo, que debe «sanar» y «exorcizar» la Cámara, después de que los opositores planearan sus «crímenes» en ella.

Antes de ingresar a la sede del Legislativo, los parlamentarios chavistas se congregaron en la plaza Bolívar, donde hicieron una ofrenda floral para luego marchar hasta el hemiciclo.

Comisión Delegada de Guaidó

Juan Guaidó, que se resiste a admitir sus sucesivos fracasos, instaló ayer un parlamento conformado por decenas de diputados cuyo período expiró, apelando a una «continuidad administrativa», una tesis que no fue apoyada por varios legisladores opositores que sí acataron el fin de sus funciones.

Aseguró que la sesión de instalación de su cámara contó con la participación de «más de 100 diputados», un dato que choca con el hecho de que al menos una veintena de los 112 legisladores antichavistas electos en 2015 le han retirado su apoyo. «Estamos aquí de pie», afirmó Guaidó, quien por enésima vez prometió sacar a Maduro del poder.

Este dato, además, pone en peligro el quórum reglamentario, según el cual las sesiones se pueden realizar solo si 84 o más, de los 167 legisladores que conforman el Parlamento, están presentes. Para ello, Guaidó ha decidido que su institución funcionará este año bajo la figura de la Comisión Delegada, una instancia contemplada en la Constitución para operar solo durante los períodos vacacionales y que está conformada por menos del 20% del pleno.

En el ámbito internacional, se sucedieron los mensajes a favor y en contra de cada una de las asambleas, sin cambios significativos a la espera de que la UE se pronuncie sobre el estatus que le reconoce a Guaidó desde ayer.