Nguyen Phu Trong fue reelegido ayer para un tercer mandato de cinco años como secretario general del Partido Comunista de Vietnam, en un XIII Congreso ensombrecido por la inesperada vuelta de la pandemia de coronavirus al país, y en el que participaron 1.600 delegados desde el pasado lunes.

Hasta hace unas semanas, casi nadie esperaba que Trong, a punto de cumplir 77 años y con una salud frágil, optara a una tercera elección al puesto con más poder del país tras una década al frente del Partido Comunista, algo que no ocurría desde los tiempos del héroe nacional Ho Chi Minh.

Según la mayoría de analistas, este teórico del marxismo, de vida privada austera, dio un paso al frente al comprobar que su protegido, Tran Quoc Vuong, no reunía suficientes apoyos para sucederle.

El líder más poderoso de Vietnam en las últimas décadas incumplía dos de los requisitos para seguir optando al cargo: superaba la edad máxima de 65 años y había cumplido ya el número máximo de dos mandatos, pero el partido lo consideró un caso especial y, al igual que a otros candidatos en situación similar, le permitió postularse.

Trong, que desde 2018 es también presidente de la República, accedió a la jefatura del partido en 2011, pero ha dejado su impronta especialmente en su segundo quinquenio, en el que ha lanzado una campaña anticorrupción sin precedentes contra altos cargos políticos y empresariales, conocida coloquialmente como «el horno ardiente», que ha ganado popularidad entre la población. La disidencia política ha denunciado un aumento de la represión durante ese periodo, en especial a raíz de una controvertida ley de ciberseguridad que entró en vigor hace dos años.

En el campo económico también se espera que Trong mantenga el rumbo de los últimos años, que permitió al país crecer al 2,9% en 2020, con una progresiva apertura internacional con la firma de tratados, como el acuerdo de libre comercio con la UE, la Asociación Económica Integral Regional y el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica. En cuanto a la política internacional, Trong mantendrá la línea ya aprobada por el comité central del partido de mantener un equilibrio en sus relaciones con las grandes potencias, en especial China y EEUU, con la expectativa de una mayor cooperación bajo la presidencia de Joe Biden.