EDITORIALA

La mujer en la ciencia sigue lejos de la igualdad

Solo han pasado seis años desde que Naciones Unidas instituyera el Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia con el fin de promover la participación de las mujeres como estudiantes y como investigadoras en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). Una conmemoración tardía pero sin duda necesaria. En la actualidad la brecha entre hombres y mujeres que se dedican a la ciencia es todavía muy acusada. En todo el mundo el número de mujeres científicas o estudiantes de ciencia y tecnología apenas alcanzan el 30% del total. Un sesgo muy acusado que tiene mucho que ver con los estereotipos que se transmiten y que hacen que desde los seis años, las niñas piensen que son menos brillantes que los niños de su edad.

Este año de pandemia esta conmemoración tiene un significado más profundo todavía. Por una parte, las mujeres han desempeñado un importante papel en todos los aspectos relacionados con el nuevo coronavirus, desde el estudio para avanzar en su conocimiento hasta el perfeccionamiento de las pruebas de detección y el desarrollo de las vacunas para frenar su expansión. Han demostrado que las mujeres también hacen una aportación fundamental a la ciencia. Buena prueba de ello es el dispositivo para la mejora del aire ideado por la joven navarra Ana Ruiz Ilundain a quien GARA entrevista hoy. Por otra parte, la pandemia también ha tenido un impacto negativo para las mujeres científicas, especialmente para aquellas que se encontraban en el inicio de sus carreras. La concentración de medios en unas pocas direcciones y en equipos ya consolidados ha contribuido a que la brecha de género se haya hecho todavía más profunda.

Iniciativas como el Día de la Mujer en la Ciencia o #NoMoreMatildas que denuncia las discriminaciones que sufren las mujeres cuando se ocultan sus aportaciones científicas son imprescindibles para que la ciencia sea también un territorio de igualdad para las mujeres.