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BRUSELAS-Londres

Londres pone en la cuerda floja el acuerdo del Brexit

La decisión unilateral del Gobierno británico de ampliar seis meses la introducción de controles aduaneros en las costas irlandesas ha vuelto a tensionar la relación con la UE, que iniciará una acción legal contra Londres por lo que considera una violación del acuerdo del Brexit y del derecho internacional. Londres dice que trata de solventar los problemas de suministro en el norte de la isla, pero vuelve a jugar peligrosamente con la frontera norirlandesa.

Las tensiones entre la UE y Gran Bretaña que precedieron al acuerdo del Brexit y continuaron tras su firma están aumentando en torno a la cuestión del norte de Irlanda. Las disposiciones específicas previstas en el tratado de salida de la Unión, vuelven a ser el punto de discordia dos meses después de su implantación efectiva.

Londres ha aplazado unilateralmente durante seis meses, hasta el 1 de octubre, la introducción de algunos controles sobre la llegada de mercancías al norte de Irlanda desde Gran Bretaña, que pronto debían entrar en vigor tras un período de gracia que permitiría a las empresas adaptarse.

El norte de Irlanda sigue vinculado al mercado único comunitario, por lo que las mercancías que cruzan entre ese territorio y Gran Bretaña deben pasar controles aduaneros, con una nueva carga burocrática que ha provocado escasez de productos y tensiones políticas en la zona. Esa solución fue acordada tras complejas negociaciones a fin de evitar a toda costa una frontera física entre el norte y sur de Irlanda y preservar las condiciones que recoge el acuerdo de paz.

En respuesta a la medida de Londres, la Comisión Europea anunció que iniciará un procedimiento de infracción contra Gran Bretaña al estimar que viola el acuerdo del Brexit y el derecho internacional.

«Estas son medidas razonables y prácticas. Este tipo de medidas operativas tienen muchos precedentes y son comunes en otros acuerdos comerciales internacionales», se defendió la oficina del primer ministro británico, Boris Johnson.

Según el Gobierno británico, la extensión del período de gracia es solo una medida temporal para dar más tiempo a negocios como supermercados y operadores de paquetería para adaptarse mejor a los nuevos acuerdos comerciales y subsanar el suministro en el norte de Irlanda. donde crece el descontento. «Solo queremos responder a los problemas donde surjan», argumentó el portavoz de Johnson, refiriéndose al «impacto desproporcionado» de lan nueva situación en el norte de la isla.

«Es la segunda vez que el Gobierno del Reino Unido se dispone a violar el derecho internacional», criticó el portavoz comunitario en referencia al proyecto legislativo con el que Johnson intentó el pasado año modificar algunos aspectos del citado protocolo y el acuerdo de retirada, que finalmente retiró.

También para Dublín la decisión de Londres «es una clara violación» del protocolo incluido en el acuerdo del Brexit. El ministro de Exteriores, Simon Coveney, alertó de que la UE «negocia con un socio en el que no puede confiar».

Paramilitares unionistas se retiran del acuerdo de paz

A las tensiones entre Londres y Bruselas por la frontera norirlandesa se sumó el anuncio de que grupos paramilitares unionistas retirarán «temporalmente» su apoyo al proceso de paz. En una carta al primer ministro británico, Boris Johnson, y a su homólogo irlandés, Micheál Martin, estas organizaciones afirman que mantendrán su postura hasta que el mecanismo fronterizo establecido en el acuerdo sea modificado para garantizar «un acceso sin restricciones a bienes, servicios y ciudadanos a través del Reino Unido. Si vosotros o la UE no estáis preparados para honrar la totalidad del acuerdo, seréis responsables de su permanente destrucción», alertan esos grupos, que admiten que su objeción principal va más allá del ámbito comercial. El unionismo siempre ha recelado de un acuerdo que lleva la frontera a la costa a la vez que se integra toda la isla. «No subestime la fuerza de los sentimientos sobre este tema en toda la familia unionista», añaden. GARA