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VARSOVIA

El Parlamento polaco controlará la investigación de los abusos a menores

Un comité parlamentario impulsada por la oposición controlará las investigaciones sobre los abusos sexuales a menores de la comisión gubernamental que se encarga de esta tarea, y a la que se acusa de ocultar casos relacionados con la Iglesia católica.

Un comité parlamentario compuesto por cuatro diputados y un senador de la oposición seguirá de cerca la actuación de la comisión nacional contra los abusos a menores que el Gobierno creó el año pasado, al considerar que es insuficiente y presenta irregularidades tanto de procedimiento como en su composición, lo que hace necesario ejercer un control parlamentario periódico sobre ella.

Para los parlamentarios, la comisión gubernamental ha enviado un bajo número de casos a la Fiscalía, especialmente en lo referido a delitos cometidos en el seno de la Iglesia católica.

También critican que los procedimientos seguidos no respetan el anonimato y privacidad de las víctimas y que esté presidida por Blazej Kmiecik, vinculado a la organización ultracatólica Ordo Iuris.

Algunos de los miembros del recién constituido comité parlamentario también se quejaron de que se les impidió el acceso a la oficina de la comisión gubernamental en varias ocasiones y denunciaron que cuando pidieron un informe de actividades comprobaron que en ninguno de los 190 casos investigados por ese organismo se había pedido incluir al culpable en el registro policial de delincuentes sexuales. Tras una larga serie de escándalos en la Iglesia polaca que ha trascendido a la opinión pública en los últimos años, el Gobierno creó una comisión estatal que ha informado hasta ahora de 190 crímenes de abusos sexuales contra menores, 53 de los cuales implican a clérigos.

Pero grupos independientes, como la Fundación No Tengas Miedo, que elaboró un mapa online con cientos de casos aportados por las propias víctimas, estiman que el número real de casos de este tipo es mucho mayor.

Por su parte, la Iglesia católica creó hace dos años la Fundación San José para prestar apoyo a las víctimas de abusos y, en 2019, emitió un informe según el cual 382 clérigos abusaron sexualmente de un total de 624 víctimas entre 1990 y 2018.

Sin embargo, los múltiples casos en los que altas jerarquías eclesiásticas se han visto involucradas, como el del cardenal Henryk Gulbinowicz, que falleció a finales del año pasado sin haber llegado a enfrentarse a la Justicia tras una investigación que le relacionó con varios abusos desde 1985, llevan a sectores de la sociedad polaca a cuestionarse si la Iglesia está decidida a abordar este problema con decisión y urgencia.

Víctimas de estos abusos denuncian que la Iglesia «esconde la suciedad debajo de la alfombra» y deja pasar el tiempo sin iniciar procesos para desanimar a las víctimas.