El presidente de Rusia, Vladimir Putin, prefirió ayer usar un tono condescendiente al insulto de «asesino» que le había lanzado su homólogo estadounidense, Joe Biden y que parece encender una escalada verbal.

«Ha habido eventos difíciles, dramáticos y sangrientos en la historia de los dos países. Pero cuando nos acercamos a otra persona, cuando hablamos de otros Estados y otros pueblos, siempre nos estamos mirando en un espejo», indicó antes de insistir en que «siempre nos vemos a nosotros mismos ahí».

Así, Putin respondió a los comentarios realizados por Biden a raíz de un informe de la Inteligencia estadounidense que sostiene que el Gobierno ruso interfirió en las elecciones presidenciales a favor del candidato republicano, Donald Trump.

«Las declaraciones de mi homólogo estadounidense me atañen personalmente. ¿Qué podría contestarle? Le diría: ¡mantente sano!», añadió, asegurando que al desearle buena salud no estaba siendo irónico ni gastando una broma.

Putin advirtió a EEUU de que. a pesar de los insultos, tendrá que tener en cuenta los intereses de Rusia.

Más tarde aseguró que está dispuesto a mantener un diálogo telefónico con el presidente de EEUU en las próximas horas. pero desde la Casa Blanca, su portavoz, Jen Psaki, insistió en que Biden no se arrepiente de haberle llamado «asesino».

EEUU amenaza a sus socios

De hecho, el clima de Guerra Fría al que Washington está llevando al relación se vio reforzado horas después con la amenaza de sancionar a «todas las entidades implicadas» en el proyecto de gasoducto Nord Stream 2 entre Rusia y Alemania,

El secretario de Estado, Antony Blinken, aseguró que el «Nord Stream 2 es un mal proyecto para Alemania, para Ucrania y para nuestros aliados y socios de Europa central y oriental». «Es un proyecto geopolítico ruso que intenta dividir Europa y debilitar la seguridad energética europea», añadió. Este gasoducto de 1.200 kilómetros, casi finalizado, es de vital importancia para Alemania, y la UE siempre lo ha dejado al margen de las sanciones a Moscú.