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El islamista PJD, en el Gobierno de Rabat, debilitado por la ley electoral

Las nuevas leyes electorales buscan sacar del Gobierno de Marruecos al islamista PJD, el partido más votado a lo largo de la última década en el país, apuntan los expertos. La reforma legislativa, aprobada este mes con su oposición, limita su peso en la Cámara.

El islamista Partido Justicia y Desarrollo (PJD), al frente de una coalición de Gobierno en Marruecos durante la última década, se ve debilitado de cara a los comicios legislativos de otoño por una nueva ley electoral tiene como objetivo sacar del poder al PJD, la fuerza que más representación tiene en el Parlamento, incluso si gana las elecciones.

Relegado durante años a la oposición, el PJD logró una gran victoria electoral a finales de 2011, que le colocó al frente del Gobierno. Cinco años después revalidó ese éxito, pero este año su futuro es incierto.

La nueva legislación, aprobada en el Parlamento a principios de marzo por siete partidos –cuatro de ellos en el Gobierno– con la oposición del PJD, elimina la barrera electoral del 3% para las legislativas y establece un nuevo cociente electoral que se calculará a partir de las listas de electores inscritos, hayan votado o no. Cuanto más alto es el cociente electoral, menos posibilidad tiene un partido para alcanzarlo, lo que se traduce en la práctica en un reparto de escaños entre todos los partidos, incluidos los muy minoritarios.

Los expertos coinciden en que es un método nuevo sin precedentes en el mundo, y que se traducirá en una atomización del Parlamento y el debilitamiento de los partidos mayoritarios, particularmente el PJD, el más votado en todas las citas. De lograr el mismo resultado que en 2016, el PJD solo obtendría, según las estimaciones, entre 80 y 85 de los 395 escaños, frente a los 125 actuales.