El primer ministro de Hungría, Viktor Orban; su homólogo polaco, Mateusz Morawiecki, y el líder de la Lega italiana, Matteo Salvini, se reunieron ayer en Budapest para explorar las posibilidad de cooperar en el escenario europeo, porque consideran que Europa necesita un «renacimiento» de sus valores tradicionales.

«Necesitamos un renacimiento europeo, que se centre en los valores tradicionales como la libertad, la familia, los derechos», aseguró Salvini.

«Hay que ofrecer una alternativa frente a la izquierda que cuestiona las raíces (de Europa)», sentenció el líder ultraderechista. Y con ese fin habrá una cooperación entre su Lega, el Fidesz de Orban, y el PiS de Morawiecki.

Los tres políticos habían adelantado, antes de reunirse ayer, que evaluarían las posibilidades de cooperar en el Parlamento Europeo, después de que el Fidesz dejara el Partido Popular Europeo (PPE).

«Nos encontramos para planear conjuntamente el futuro», señaló Orban, quien opinó que actualmente «hay millones de europeos sin representación política». A su juicio, el PPE ahora «se ha comprometido con la izquierda», por lo que «los democratacristianos no tienen representación».

Rechazó que «la derecha solo tiene extremos y la izquierda solo centro», en clara alusión a que los tres son considerados ultranacionalistas y de extrema derecha. Eso sí, admitió que la cooperación tripartita será «el inicio de un largo camino».

Morawiecki reiteró que «la UE está desintegrada» y que ellos aspiran a «representar a las más diferentes personas en un ancho espectro».

Los tres líderes ultras volverán a reunirse en mayo para profundizar la citada cooperación.