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Washington

Compromisos de cero emisiones para 2050 en la cumbre de Biden

Joe Biden se comprometió ayer ante 40 líderes mundiales a reducir a la mitad sus emisiones contaminantes para 2030 y llamó a «actuar» contra el cambio climático. La cumbre con la que el presidente de EEUU ha devuelto a su país a la lucha contra el calentamiento global, de la que Donald Trump se apeó en 2019, y que marcó la neutralidad de carbono como meta para 2050, arrancó el compromiso de varios países en el mismo sentido.

EEUU, Brasil, Japón y Corea del Sur anunciaron ayer nuevas metas para recortar sus emisiones y alcanzar la neutralidad climática en 2050, un objetivo que también ha asumido la Unión Europea (UE) y al que han prometido acercarse otras potencias, como China y Rusia. India instó a los líderes mundiales a acelerar las acciones para combatir el impacto del cambio climático.

En una jornada marcada en el calendario internacional como el Día de la Tierra, Joe Biden abrió la cumbre climática organizada por él con un mensaje cargado de ambiciosos objetivos. El presidente de EEUU se comprometió en el arranque de la cumbre ante otros líderes mundiales a que las emisiones netas de gases de efecto invernadero se reduzcan entre un 50% y un 52% en 2030 respecto a los niveles de 2005, con el objetivo de alcanzar la neutralidad en las emisiones de carbono no más tarde de 2050.

Su apuesta supone un giro respecto a la política negacionista que guió a su predecesor, Donald Trump, quien el 2019 abandonó el Acuerdo del Clima de París, e implicará una profunda transformación de su economía.

Pero se trata de unos objetivos muy difíciles de alcanzar para una potencia económica que, actualmente, es el segundo mayor emisor de dióxido de carbono proveniente de la combustión de carburantes fósiles.

Solo le supera en ese ránking China, aunque, al ponderar las emisiones totales respecto a la población de cada país, la contribución per cápita de los estadounidenses dobla a la de los chinos, según datos de 2017.

Este compromiso es el mismo que ha asumido la UE, que planea alcanzar también la neutralidad climática en 2050, y más ambicioso que el de China, que reiteró su intención de lograr esa meta para 2060.

En cuanto a la reducción de emisiones de entre el 50% y el 52% para 2030 con respecto a los niveles de 2005, se trata de un objetivo que prácticamente dobla el que asumió EEUU bajo el Acuerdo de París, que consistía en recortarlas entre un 26% y un 28% para 2025.

El objetivo estadounidense para 2030 es algo menor que el de la UE, que en vísperas de la cumbre alcanzó un acuerdo para reducir sus emisiones netas de CO2 «al menos» un 55% ese año, frente al objetivo del 40% actual.

Además, Biden se comprometió a duplicar para 2024 los fondos que dedica anualmente a financiar iniciativas verdes en países en desarrollo, algo que puede «evitar los costes de desastres y conflictos», afirmó.

Con esta cumbre, Biden busca espolear nuevos compromisos de otros países de cara a la próxima cumbre de la ONU sobre el clima, la COP26, que tendrá lugar en noviembre en Glasgow, tras cuatro años de hostilidad a la agenda climática con Trump.

Esta cita es, además, un raro espacio de cooperación entre EEUU y China y Rusia, con los que las relaciones se han deteriorado tras la elección de Biden y cuyos presidentes, Xi Jinping y Vladimir Putin, participaron ayer.

Xi aseguró que China «limitará de forma estricta» el aumento en el consumo de carbón, mientras que Putin no hizo anuncios y dijo que quiere que Rusia reduzca sus emisiones en tres décadas hasta niveles menores a los de la UE.

2020 fue el año más cálido en Europa, sobre todo en Siberia

El año pasado fue el más cálido en Europa, incluso las regiones árticas de Siberia registraron una temperatura media excepcional, de 4,3°C superior al promedio histórico, indicó el servicio europeo Copernicus, que monitorea el cambio climático.

A nivel mundial, 2020 fue el año más caluroso jamás registrado, junto a 2016. Pero lo fue más en Europa, donde la temperatura media superó en 0,4°C el promedio de los cinco años más cálidos, todos en la última década, con lluvias récord y más horas de sol que nunca. El calentamiento se manifestó especialmente durante el invierno, con +1,4°C que el récord anterior, y con +3,4°C respecto a la media de los inviernos de entre 1981-2010.

El fenómeno fue sobre todo perceptible en las zonas árticas de Siberia, que sufrieron su año más cálido jamás registrado. En su conjunto, el Ártico vivió su segundo año más caluroso, con +2,2°C por encima de la media histórica. En consecuencia, los casquetes glaciares árticos se redujeron a niveles jamás registrados.GARA