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Barcelona

Aragonès toma posesión reivindicando la amnistía y la República catalana

Pere Aragonès tomó posesión ayer como nuevo president de la Generalitat prometiendo devolver a Catalunya la energía para salir de la difícil situación provocada por la pandemia y gobernar para todos, pero sin olvidar la amnistía y la autodeterminación.

Tras haber sido investido el viernes en el Parlament, Pere Aragonès tomó posesión ayer como president de la Generalitat, en un acto muy emotivo que rompió algunos protocolos habituales, por las limitaciones fruto de la pandemia, por el formato y por el horario escogido. La ceremonia contó con la presidenta del Parlament, Laura Borràs; el president Quim Torra y el líder de ERC, Oriol Junqueras. También estuvieron el ministro español de Política Territorial y Función Pública, Miquel Iceta, y la delegada del Gobierno en Catalunya, Teresa Cunillera.

«Toca arremangarnos sin miedo de los rasguños. Es hora de deslomarnos cada día como nadie, para superar las sacudidas que dificultan el camino y recuperar, de nuevo la anchura que permite avanzar a todos» hacia una Catalunya próspera, justa, verde, feminista y plenamente libre, según señaló.

Consciente de la situación económica y sanitaria y de la «división» y debilidad que provocan las dificultades económicas, sociales, territoriales, lingüísticas, por razón de origen, de género, de creencias, de edad, por la situación administrativa, por el color de la piel o por a quien se quiere, Aragonès aseguró que ejercerá sus funciones para revertir esas dificultades «con humildad, empatía y decisión», escuchando y trabajando para todos, pero sin olvidar el objetivo de la amnistía y la autodeterminación.

Defendió avanzar hacia el bien común, progresando en derechos sociales y en el estado del bienestar, hacia un modelo productivo al servicio de la sociedad, un progreso que «desemboque en la República catalana», una república europea y europeísta.

«Este fue el compromiso que me empujó, cuando era un adolescente, a implicarme de la mano de compañeros y compañeras en la lucha por la justicia social y la libertad nacional», dos luchas que seguirá defendiendo desde la Presidencia de la Generalitat, prometió. «Personalmente, lo daré todo para hacerlo posible y, con este compromiso, les invito a acompañarme en la construcción de este camino», concluyó Aragonès.

Generalitat de 1931

La toma de posesión del nuevo president incluyó gestos hacia trabajadores públicos y esenciales y a comunidades religiosas, y también guiños simbólicos a la Generalitat de 1931 que presidieron Francesc Macià y Lluís Companys. Aragonès depositó una rosa roja ante la placa que recuerda al anterior president de su partido, fusilado por los franquistas en octubre de 1940.

Coincidiendo con la toma de posesión de Aragonès se conoció el nombramiento del hasta ahora conseller de Políticas Digitales y Administración Pública de la Generalitat y diputado de Junts, Jordi Puigneró, como vicepresident de la Generalitat y titular de la Conselleria de Políticas Digitales, Infraestructuras y Agenda Urbana.

El anuncio de Puigneró como vicepresident se suma al de Victòria Alsina como próxima consellera de Acción Exterior y Transparencia y al de Jaume Giró al frente de Economía.

Con toda probabilidad, la diputada de ERC en el Parlament Laura Vilagrà será la consellera de Presidencia.