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JERUSALÉN

La ONU ve posibles crímenes de guerra en la ofensiva contra Gaza

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU investigará la sistemática violación de derechos humanos en Palestina, incluidos el desplazamiento de población palestina en Jerusalén y la ocupación policial de la mezquita de Al-Aqsa que precedieron a la ofensiva contra Gaza, y en la que observa posibles crímenes de guerra. Mientras. Egipto ha convocado en El Cairo a sendas delegaciones de Hamas e Israel para consolidar el alto el fuego.

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU llevará a cabo una investigación sobre las sistemáticas violaciones de derechos humanos en Palestina, no desde que empezó la ofensiva de mayo contra Gaza, sino desde el 13 de abril, cuando Israel comenzó los desalojos de hogares palestinos y ocupó la Explanada de las Mezquitas, ampliando la iniciativa a las «causas profundas» de la escalada.

La resolución salió adelante con el rechazo de Alemania y Austria que la consideraron «demasiado enfocada en culpabilizar a Israel».

Anteriores investigaciones de la ONU han chocado con la prohibición de Israel de entrar en Palestina para entrevistar a las víctimas, verificar los daños o recoger información de primera mano, como tras la «Gran Marcha del Retorno» en Gaza o tras la operación militar israelí «Margen Protector», que causó la muerte de 2.200 civiles

En una reunión especial del Consejo, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, señaló que los recientes ataques israelíes en Gaza, que causaron al menos 253 muertos y 74.000 desplazados, podrían constituir crímenes de guerra, ya que cuestionó que fueran una respuesta proporcionada a los cohetes de las milicias palestinas.

Bachelet indicó que «no hemos visto evidencias» de que los edificios destruidos por Israel fueran utilizados con propósitos militares. «También es una violación de la ley internacional ubicar recursos militares en zonas civiles densamente pobladas o atacar desde ellas», añadió, en referencia a Hamas.

Bachelet recordó que más de 800.000 personas tienen problemas de acceso a agua regular, por los daños en el servicio de distribución, 58 centros educativos sufrieron daños y 285 edificios que contenían mil viviendas e instalaciones comerciales fueron destruidos. Pero, más allá de estos destrozos materiales, recordó efectos de los recurrentes conflictos armados en la salud mental de los palestinos, especialmente de los menores.

Una semana después del alto el fuego en Gaza, y mientras la Franja trata una vez más de levantarse de sus ruinas, los movimientos diplomáticos tratan de establecer las bases de la nueva fase. Egipto, principal mediador, ha convocado a Israel y a Hamas en El Cairo para asentar los términos de la tregua.

El ministro de Exteriores israelí, Gabi Askenazi, por una parte, y el líder de Hamas, Ismail Haniyeh, por la otra, encabezarán las delegaciones que abordarán la reconstrucción de Gaza y un posible intercambio de cautivos, aunque probablemente en conversaciones indirectas.

Pero la amenaza sigue vigente. «Si Hamas rompe la calma y ataca a Israel, nuestra respuesta será muy potente», advirtió el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

«Si el mundo no quiere ver que todo explote de nuevo, debe obligar a la ocupación a respetar las decisiones internacionales», señaló, por su parte, el líder de Hamas en Gaza, Yahya Sinuar.

EEUU, con 294 millones de euros comprometidos, Qatar –con 408 millones– y la ONU, que ha pedido 77,5 millones, han activado la respuesta humanitaria para Gaza, pero Israel y EEUU plantean condiciones, excluir a Hamas de su gestión, una exigencia que utiliza la reconstrucción para ahondar en la división palestina y, en consecuencia, en su debilidad.

Israel carga contra París y Dublín por criticar la ocupación

Aunque con fuertes apoyos, pero cuestionado por la ofensiva sobre Gaza y por la ocupación, Israel no quiere dejar el mínimo espacio a la crítica. Su Ministerio de Exteriores convocó al embajador francés para transmitirle sus rechazo a las declaraciones «inaceptables, infundadas y desconectadas de la realidad» del titular de Exteriores galo, Jean-Yves Le Drian. En una entrevista a “Le Figaro”, Le Drian dijo que con una solución diferente a la de dos Estados, «tendríamos los ingredientes para un apartheid que duraría mucho tiempo. El riesgo de apartheid es fuerte si continuamos la lógica de un solo Estado o con el statu quo actual».

Irlanda ha ido más allá y se ha convertido en el primer miembro de la UE en condenar la anexión de facto en Cisjordania a través de la construcción de colonias. La Cámara baja del Parlamento aprobó una moción presentada a tal fin por Sinn Féin, pero rechazó la propuesta para expulsar al embajador israelí en Dublín e imponer sanciones contra Israel. El ministro de Exteriores irlandés, Simon Coveney, destacó que «es necesario ser sincero con lo que pasa sobre el terreno y describirlo» como «una anexión de facto» y añadió que decisión de Dublín podría ser un mensaje para la comunidad internacional. La Cancillería israelí también rechazó «la indignante e infundada» declaración, aplaudida por el Consejo Nacional Palestino.GARA