El nuevo ministro de Exteriores israelí, Yair Lapid, dio ayer continuidad al legado del ex primer ministro Benjamin Netanyahu y qusio dejar clara su política exterior de atraer al sionismo a las monarquías árabes, en la ceremonia de inauguración de la Embajada israelí en Emiratos Árabes Unidos (EAU).

Fue la primera visita de un alto representante del Gobierno israelí desde la normalización de las relaciones entre los dos países, un proceso impulsado por Estados Unidos y en el que fue Netanyahu quien estampó su firma.

Lapid pidió a los demás países de la región que también reconozcan el Estado judío.

«Israel está interesado en la paz con sus vecinos. Con todos sus vecinos. No nos vamos a ir a ninguna parte. Oriente Medio es nuestro hogar. Estamos aquí para quedarnos y hacemos un llamamiento a todos los países de la región para que lo reconozcan y vengan a hablar con nosotros», afirmó en un breve discurso.

Además de inaugurar oficialmente la Embajada, Lapid se reunió con el ministro de Exteriores emiratí, Abdula bin Zayed al Nahyan, con quien firmó un acuerdo económico.

EAU y Bahrein se convirtieron en los primeros Gobiernos del golfo Pérsico en normalizar sus relaciones con Israel, materializadas en los denominados «Acuerdos de Abraham», sellados en setiembre de 2020 con la mediación y el patrocinio de la Administración del expresidente estadounidense Donald Trump.

En este tiempo, los dos países han firmado numerosos acuerdos comerciales y de cooperación en varios sectores que ascienden a 354 millones de dólares, y más de 200.000 turistas israelíes han viajado al país del golfo Pérsico.