Andrea Uña y Tasio Erkizia
Pensionistas
KOLABORAZIOA

Juventud rebelde. Aurrera

Sabemos que los y las jóvenes sabéis defenderos sin la ayuda de vuestros mayores; sabemos que la aportación que os podemos hacer es bastante insignificante; somos conscientes de que cada movimiento tiene bastante con cumplir con su cometido. Pero, con todo, queremos enviaros de manera pública nuestro apoyo y solidaridad. En nuestro nombre, sin representaciones, pero con sincero reconocimiento.

A los pueblos oprimidos y a los y las trabajadoras siempre nos toca remar contra corriente. Es la ley impuesta por el sistema capitalista que, en nombre de la libertad, oprime a los pueblos y a la mayoría de la población en beneficio de unos pocos. Recordamos que tampoco nuestra juventud fue fácil, mucho tuvimos que luchar para recuperar la libertad arrancada por el levantamiento fascista del año 36, muchas han sido las luchas obreras y populares que hemos tenido que organizar para mejorar nuestras condiciones laborales, enorme el esfuerzo por recuperar desde las cenizas al euskara y la cultura vasca, caro el sacrificio que nos ha costado apostar por el derecho del pueblo vasco a decidir libremente su futuro.

Los retos a los que os enfrentáis los y las jóvenes hoy no son menores. A vosotras y vosotros os toca construir vuestra vida en una sociedad especialmente difícil, un capitalismo salvaje y opresor sin precedentes, con la ley mordaza que vigila vuestra libertad de expresión, un consumismo feroz que impide saborear las cosas sencillas de la vida. A muchos de vosotros os condenan al paro o, cuando os ofrecen un empleo, es en unas condiciones tan lamentables que os obligan a tener varios trabajos, cuando no acogeros a la RGI para llegar al mínimo vital. Os enfrentáis a un grave retroceso en las condiciones laborales y un pueblo sometido a dos Estados de larga tradición centralista y rabiosos ante cualquier movimiento de liberación.

Desde las instituciones os reconocen que sois la generación mejor preparada técnica e intelectualmente y sin embargo os ofrecen un futuro sin alicientes. Os hablan de democracia pero os niegan el derecho a vivir una juventud alegre y creativa. Con la covid-19 que os ha tocado vivir en un momento especialmente crucial en vuestras necesidades psicoafectivas, os han abandonado y muchos os han convertido en chivo expiatorio de los fracasos de los adultos. Y cuando os habéis organizado y salido a la calle a denunciar vuestra falta de perspectiva y futuro, os insultan, apalean y os condenan. Al responder, a la brutal agresión, con una mayor movilización social, os acusan de fomentar el odio a la Ertzaintza. El Gobierno de Gasteiz suple su falta de liderazgo y su incapacidad para responder a los grandes retos de la juventud con la irresponsabilidad de criminalizar a cientos de jóvenes. Una vez más, ocultan sus deficiencias culpando a la juventud.

Ya les habéis respondido. Es sencillamente burdo y una gran mentira. Tildar de delito de odio lo que es una denuncia política es una sucia maniobra de reducir los problemas sociales y políticos a simple confrontación policial. Y por ahí vamos muy mal. La policía solamente se desautoriza por su actuación diaria: apoyando a los fascistas a desocupar pisos; actuando con especial virulencia contra los trabajadores que luchan por su puesto de trabajo; actuando con agresividad ante la juventud; discriminando a los pobres, africanos y sectores marginalizados o actuando como policía política partidista. Si la Ertzaintza carece de suficiente prestigio es porque no ha sabido estar al servicio del pueblo, y en muchas de sus actuaciones, no ha sido una policía democrática.

Anguita dijo en su día: «con la dignidad no se come, pero el pueblo que pierda la dignidad se pone de rodillas y termina sin comer». Y ese principio es aplicable a los pensionistas al igual que a la juventud. Vuestra lucha quizás no aporte beneficios o mejoras inmediatas, pero es seguro que vuestra rebeldía es la semilla para el futuro. Nosotros seguiremos aportando nuestro granito de arena, pero la construcción del porvenir esta fundamentalmente en vuestras manos. Mantened alta vuestra autoestima, porque sois lo mejor que tenemos la sociedad vasca. Por mucho que os presionen no hagáis dejación de vuestro papel histórico, aprovechad vuestra oportunidad, fomentad la rebeldía constructiva. Vegetar, hacer seguidismo al sistema adoptando una actitud pasiva ante la vida es una manera estúpida de perder la oportunidad de construir una sociedad más justa, igualitaria y solidaria.

Os dicen que tenéis que ser inquietos, preocupados por lo social o comunitario, pero siempre desde la sumisión al sistema establecido. Y vosotros y vosotras apostáis por un sistema sin explotadores y explotados, otro modelo de economía centrado en la persona, una educación menos impositiva y más responsable, un Estado vasco soberano y socialista. No van a poder con vosotros. Os pueden apalear, juzgar o criminalizar pero no pueden robaros vuestros sueños y la utopia de otra manera de vivir. Kontatu gurekin. Euskal gazteria aurrera.