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JOHANNESBURGO

Jacob Zuma mantiene el pulso con la Justicia, que aplaza su encarcelamiento

Cuando estaba a punto de cumplirse el plazo para que se entregara voluntariamente, el expresidente Jacob Zuma recibió la noticia de que el Tribunal Constitucional de Sudáfrica ha decidido escuchar su apelación pese a que en principio el fallo no era recurrible. Mientras tanto, la tensión aumenta en el país zulú.

Unos vestidos con pieles de leopardo y portando lanzas a la manera de los guerreros tradicionales, otros con trajes de camuflaje de los ejércitos modernos, cientos de seguidores de Jacob Zuma, de 79 años, desfilaron ayer frente a su residencia de Nkandla, en la provincia de KwaZulu-Natal, también conocida como el país zulú.

El expresidente sudafricano debía entregarse a las autoridades a más tardar hoy para cumplir la pena de quince meses de prisión a la que fue condenado el pasado martes por desacato, al negarse reiteradamente a declarar en las investigaciones sobre presunta corrupción durante su mandato (2009-2018).

Aunque en principio la decisión judicial no podía recurrirse, el carismático político logró al menos aplazar su cumplimiento después de que el viernes presentara una apelación. El Tribunal Constitucional accedió ayer a escuchar los argumentos de Zuma en vísperas del fin del plazo impuesto para que se entregara voluntariamente. El máximo tribunal de Sudáfrica celebrará una vista al respecto el 12 de julio, según indicaron a la cadena SABC fuentes judiciales.

«Es mi inestable estado de salud y mi vida lo que esta orden de encarcelamiento amenaza», señalaba el escrito enviado por Zuma al Constitucional.

Antes de conocerse la sentencia, el expresidente emitió varios comunicados públicos asegurando que iría a la cárcel antes que a declarar y cuestionando la imparcialidad e independencia de los jueces.

Ante el incremento de las tensiones en el país zulú, el ANC envió una delegación a la provincia para pedir la calma mientras que también se reforzaba la presencia policial.