Juan Bengoetxea
Médico accionista del IMQ
GAURKOA

Crisis

Neumonía (por neumococo). Antes de que los antibióticos de Fleming abortasen la evolución de la enfermedad, la neumonía por neumococo tenía un curso evolutivo sorprendente. Llegaba un momento crítico, a los 7-10 días, en el que el enfermo en un episodio de sudoración extrema, empapando sábanas y colchón, fallecía o iniciaba la recuperación con claridad. La Ley General de la Seguridad Social estatal es de 1966. El desarrollo de la actual Osakidetza ocurre en la década final del siglo pasado. Existía, de antiguo, un sistema «casero» por el que el médico de cabecera (bien en ciudad o pueblo) atendía a los pacientes que lo quisieran de forma continuada a cambio de una cantidad económica mensual fija. La Iguala. Y a partir de 1934 aparece en Bizkaia un sistema de Iguala quirúrgica, «atención quirúrgica de libre elección por una modesta póliza», el sistema va evolucionando hasta crear, ya en el franquismo, un Igualatorio Medico-Quirúrgico y, después, de Especialidades. IMQ. Líder en Vascongadas de la medicina privada. He sido medico de ambos sistemas durante más de cuarenta años.

Kazajistán. La llamada Declaración de Alma-Ata, sobre Atención Primaria de la Salud, de 1978, los cubanos, la actuación inicial del gobierno del PSOE de Felipe González y finalmente el PSE con J. M. Freire inició la implantación de esas ideas en Osakidetza. Se trata, trataba, de hacer medicina preventiva por el médico de familia que pasaría a pertenecer a un Equipo de Atención Primaria. El estudio Framminghan y los factores de riesgo cardiovascular, el control de los enfermos broncópatas crónicos, diabéticos o las arritmias cardíacas y el Sintrom, entre otros. Junto a ello la introducción del soporte informático, la historia llevada a la nube, el control programado del médico y el protocolo vía impositiva. De arriba abajo. Todo ello con premio si eras bueno y «recetas genéricos». El palo y la zanahoria de Skinner. El aprovechamiento de los recursos humanos, del libro de cabecera de los gestores y el paraguas de «Entidad pública de derecho privado» (autonomía de gestión). Parecido a el teorema de Taler y la cuadratura del círculo.

Medicina pública/privada. La indudable ventaja asistencial de la Sanidad Publica con un sistema coherente, universal, efectivo en urgencias y traslados, con especialidades científicamente punteras y equipos de veinticuatro horas no es comparable con la medicina privada del IMQ de corte médico tradicional del siglo pasado, personal, no en equipo, «socios, no compañeros», determinada por servicios estándar autónomos, estanco y con controles defensivos para proteger el descanso de los especialistas fuera de hora. Además, la medicina de cabecera, no valorada, se sostiene, en parte en la práctica, a base de hacer volantes de derivación, sin entender nada de la Declaración de Kazajistán, salvando evidentemente el ejemplo de compañeros comprometidos.

Virus clarificador. La pandemia, con sus neumonías víricas, y un virus nuevo que al parecer su finalidad no es solamente reproducirse y que parece tiene incorporada otra estrategia, ha provocado una situación límite, del estilo crisis neumocócica, en ambos servicios de salud. Particularmente en la pública. Es de justicia hacer notar que la pública ha sido la responsable, y la que ha asumido el marrón. No solo por un criterio de obligación política, primordial, sino incluso por un criterio de responsabilidad vocacional en el equipo médico. La actitud del cuadro médico, fundamentalmente el hospitalario, durante las distintas olas ha respondido puntualmente al juramento hipocrático. Y eso, lo sé por experiencia, se entiende como una obligación de la profesión cuando es algo que no se exige o se da por hecho al resto de profesiones. Los modelos de referencia para Vascongadas son El Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, para la medicina pública y la clínica Universitaria de Navarra en la esfera privada.

Osakidetza ha mantenido el tipo, con lagunas importantes, muy importantes, ha sacrificado la Atención Primaria, según se señala «por necesidad», lo que para algunos ha sido, y es, una decisión absolutamente equivocada. Amoroto, Mendeja, Ipazter, Ea, Munitibar... hace tiempo que la mayoría de los médicos no residen en el pueblo, ni siquiera en el centro de salud de referencia que es Lekeitio, y sus plazas médicas han sido o están siendo suprimidas, amortizadas. Consulta de teléfono y móvil-foto, la tensión controlada por la farmacia y la analítica y las recetas programadas las soluciona la primaria. Es una decisión grave.

El IMQ hace tiempo que discute la necesidad del médico de cabecera, al indicar que puede puentearse el volante, cuando la diferencia cualitativa con la pública es precisamente la atención primaria, la lista de espera y el trato personalizado. Indudablemente ha sufrido menos el virus y ha sacado más provecho de él por las angustias de la pública. No ha ofrecido imagen real, práctica, de colaboración sanitaria, jugaba en otra liga de fútbol, ni siquiera en la vacunación, salvo la palabrería oficial.

PCR al sistema. Las opiniones son personales, las variables estadísticas discutibles y el juicio de los resultados están influenciados por las trayectorias vitales personales. Aun así, Osakidetza ha aprobado, con un «nahiko». Sin la brillantez buscada reiterada y descaradamente por los responsables políticos. Y el IMQ desmotivado, sin rumbo de proyecto sanitario social se ha limitado a autoliquidarse. Debo y quiero hacer la necesaria salvedad y justo agradecimiento a la filosofía y trabajo de Ademi. «Lo que no son pesetas son puñetas» y un cuarto de millón de euros per capita, una plusvalía producida por los colegas anteriores que han hecho la historia. Una herencia de los Aya Goñi, San Sebastian, Scheiffler y un largo etc., que, debemos reconocer, es de ellos y no vamos a trasmitir. Ese IMQ antiguo, del viejo Bilbao de mi juventud no ha podido superar la crisis neumónica del dinero. No hay problema, Adeslas no lo va a hacer peor, no podrá hacerlo aunque quiera, porque la junta gestora del IMQ no tiene ni ha tenido programa propio, ni interés en hacerlo, autodesaparecerá al liquidar sus acciones y la maquinaria seguirá funcionando con problemas si Adeslas empieza con un gestor cortacabezas reciclador, que amortice la estructura funcionarial del actual IMQ.

¿Será capaz Adeslas de no «gestionar» la estructura con un ERE «al uso» y no cumplir la teoría económica de que dinero dejado de ganar es dinero perdido? Lo veo difícil con la Caixa de manager.

¡Ah! ¿Y las Cajas Vascas que están desde el origen del IMQ, la de Bilbao y la Bizkaina (hoy BBK)? ¿Y el BBVA? Incluso la Consejería de Sanidad. No saben/no contestan.