«Nos hicieron la guerra y respondimos», afirmó ayer el expresidente francés François Hollande durante su declaración como testigo en el juicio por los atentados yihadistas del 13 de noviembre de 2015 en París, que dejaron 130 muertos. Sostuvo que no fue una respuesta a las intervenciones militares francesas en Irak y Siria, tal y como declaró el principal acusado, Salah Abdeslam, sino que el Estado Islámico (ISIS) atacó al Estado francés por sus valores.

«Nos atacó por lo que representamos, una república laica, un país que aprecia la cultura, al que le gusta el deporte y que no concibe la felicidad como una perversidad», señaló Hollande.

Afirmó que París apoyó la lucha contra el ISIS en Irak, mientras que en Siria actuó «en defensa propia» contra células que preparaban ataques. Se esforzó en subrayar que los comandos estaban preparándose para actuar desde junio de 2014, antes de las acciones militares francesas en esos países.

Hollande indicó que eran conscientes de las amenazas, sobre todo tras los atentados de enero de 2015, cuando ocurrió la masacre de Charlie Hebdo, pero admitió que no tenían información para prevenir posibles ataques: «No sabíamos dónde, cuándo y cómo nos iban a atacar».

Señaló que la sala Bataclan recibió «una amenaza muy precisa» en 2009, pero que no tenían información que requiriera dispositivos, ni siquiera después de que un yihadista que regresó de Siria declarara ante el juez que se preparaba un acción contra un concierto de rock. «Hicimos todo lo que pudimos para perseguir a esos individuos, incluso golpearlos en Siria, pero desgraciadamente no tuvimos la información que hubiera sido decisiva para impedir los atentados», dijo.