Ocho meses después, el Eibar recibe hoy en Ipurua (16.00, DAZN) a un rival de Primera. Convertirlo en habitual es el gran objetivo del año para los armeros pero, mientras les falta aún la mitad de ese camino por recorrer, la Copa les proporciona otra ilusión. Tras superar a Gernika y Tenerife, intentarán ahora conseguir ante el Mallorca el billete a octavos.

Claro que, además de ilusión, el choque también trae quebraderos de cabeza por su inoportunidad. Crecen los contagios –el club anunció ayer otros dos positivos–, se unen a los lesionados y la plantilla se ve mermada en medio de un calendario exigente. Lo reconoce Gaizka Garitano, al que le gusta un torneo «del que tengo buenos recuerdos y suelo disfrutar» –llevó al Athletic a la final y con el Eibar en Segunda B eliminó precisamente al cuadro rojiblanco–, pero también tiene claro que la prioridad es la Liga y la situación y el partido del próximo lunes en Oviedo «condicionan». Los azulgranas, en cualquier caso, quieren ganar y su técnico asegura que una vez en el césped «vamos a estar al cien por cien» pero «tenemos que estar con un ojito en Oviedo a la hora de hacer la alineación, los cambios, de cuidar un poco a los jugadores...».