Joseba ITURRIA
Entrevue
JON ABERASTURI
CORREDOR DEL TREK SEGAFREDO

«Me motiva adaptarme al rol de lanzador»

El gasteiztarra vuelve a los 32 años al World Tour, categoría en la que debutó en 2013 con el Euskaltel. Su desaparición y la del Euskadi continental, con el que corrió en 2014, le hizo pasar un año en blanco e ir a Japón. Su insistencia le permitió volver a Europa con Euskadi Murias y Caja Rural, con el que se ganó un contrato de dos años en Trek, donde le motiva ser un lanzador para Moschetti y debutar en el Giro.

El mejor sprinter vasco se concentrará desde el miércoles en Denia con el Trek por segunda vez tras el stage de diciembre en el que vio lo que rodea a los World Tour.

 

¿Cómo fue la primera toma de contacto con el nuevo equipo?

Ves que es un equipo del World Tour, con muchos medios, cuida todos los detalles. Hay mucho personal en la estructura, al compararlo con un Pro Conti las diferencias son bastante grandes. El mecanismo es lo mismo, pero llegan a más profundidad. En el ciclismo es importante tener tantos medios a tu alcance.

 

¿En un equipo nuevo es importante conocer a Josu Larrazabal?

Coincidí con él en juveniles cuando yo corría en un equipo alavés y él era director del Sopela. Al año siguiente era juvenil de segundo año y la Fundación Euskadi empezó a trabajar con los jóvenes promesas, te facilitaban cosas y me pusieron a Josu como preparador. Luego, cuando él estaba en Euskaltel, yo corría en Naturgas y Orbea y coincidía menos. Cuando subí al Euskaltel ya se había ido al Trek. Mi novia es de Orozko, como él, aunque ahora vive en Madrid, pero he podido coincidir en fechas navideñas y siempre hemos tenido buena relación.

 

¿Cómo surgió la opción de Trek?

A través de mis representantes Ángel Edo y Egoi Martínez. Valoramos la oportunidad de saltar al World Tour. Rocé varias veces la victoria y justo en Eslovenia antes del parón hice segundo y en la siguiente etapa pude ganar. Fue el momento idóneo para hacerlo. Mis representantes se pusieron en contacto con Trek Segafredo y al manager, Luca Guercilena, desde el principio le pareció buena idea mi fichaje. Tenía que valorarlo y cuando me iba de vacaciones con mi novia me llamó Josu Larrazabal por teléfono. Hablamos de lo que quería yo y de lo que esperaban de mí, del calendario, si me veía para las clásicas o prefería carreras por etapas. Ellos querían, y yo también, que ayudara a Moschetti y en las llegadas que me venían mejor que pudiera jugar mi baza. Le dije que conmigo no iba a haber problemas, que no iba a tener ese egoísmo de que todas las oportunidades fueran para mí y el día que tenga que ayudar seré el primero que dé el 100%. La oportunidad de cambiar de rol incluso me apetecía. Tenemos también a Pedersen y Stuyven, aunque ellos están más encasillados en las clásicas y no sé si coincidiré algunas con Mads. La idea va a ser coincidir con Moschetti en la mayoría de las carreras e intentar entre los dos buscar triunfos todo el año.

 

¿Cual será el calendario?

El calendario que me mandaron al principio era casi todo nuevo y eso me gusta porque todos los años iba a las mismas carreras y ahora voy a conocer pruebas diferentes. Correré clásicas más light, que no sean de tanto pavés como París Roubaix, pero sobre todo vueltas por etapas en las que siempre surgen oportunidades para los sprinters. Iba a empezar en Argentina. Al suspenderse, el equipo valora ir a Mallorca, que en principio no iba a hacer. Veremos si se replantea todo o si se va a mantener lo que tenía. Lo siguiente era UAE Tour. También tengo Coppi Bartali, que corrí con Caja Rural, el Tour de Hellas en Grecia, y clásicas como La Samyn, Nokere Koerse, Bredene Koksijde, el GP Industria y Artigianato y estoy en la alineación del Giro...

 

¿Atrae debutar en el Giro?

La Vuelta la conozco, la he corrido estos años, y me gustaría cambiar e ir al Giro, que es la mejor carrera para conocer para un sprinter porque en el Tour hay mucho estrés porque los equipos van a arropar al líder. El Giro da más libertad, la gente tiene más opciones de cazar etapas y no está tan atada como en el Tour.

 

¿Cuando uno se queda sin equipo en 2015 o corre en Japón en 2016 y 2017, se llega a soñar con volver a formar parte del World Tour?

Podía pensar en volver a Europa porque desde el principio tenia resultados, pero había gente que ganaba en Asia y no tenía la oportunidad. Parece que aquí no vale lo que se hace allí. Es verdad que en Europa el nivel es mayor y se va más rápido, pero te puedes adaptar. Me veía válido para correr en Europa. Tenía la intuición de que con mi nivel podía disputar las carreras, pero sin pensar en volver al World Tour, sobre todo el año que estuve sin correr. Tenía pocas esperanzas incluso de volver a andar en bicicleta.

 

Volver al World Tour es el premio a la perseverancia. Muchos dejan la bici al quedarse sin equipo...

Me pilló con 24 años, creía que aún me quedaba mucho por progresar y tenía la esperanza de alcanzar un nivel muy bueno, pero ni siquiera yo mismo sabía hasta donde podía llegar. Fui dando pasos y he podido subir el nivel, coger más confianza, que es importante, ver cual es mi sitio y aprovechar las oportunidades. Cuando parecía imposible he podido tener la oportunidad de volver al World Tour nueve años después.

 

También es consecuencia de la regularidad de los dos últimos años con 40 puestos en el Top’10.

Sobre todo estas dos temporadas sientes que dominas los sprints y te sale todo mejor. He podido verme disputando bastantes carreras. Este año he conseguido una victoria, pero siete podios, he estado muy cerca de sumar más.

 

¿Fue clave la oportunidad dada por el Euskadi Murias (2018) y el Caja Rural-RGA (2019-21)?

Sin la oportunidad de Murias no hubiese conseguido estar donde estoy. Habría seguido en Asia hasta que se cansaran de mí. Alguien tuvo que apostar y darme la confianza de volver al ciclismo europeo. Luego Caja Rural me quiso dar continuidad. Gracias a todos ellos he podido conseguir llegar a donde quería. Para Caja Rural es una faena porque soy un corredor que les daba resultados todo el año, pero han hecho fichajes muy buenos que van a poder suplirme y tampoco he dejado un hueco tan grande como al principio podía verse.

 

¿Qué objetivos te planteas en esta vuelta al World Tour?

El objetivo es disputar las oportunidades que me surjan y adaptarme bien al nuevo rol que me va a tocar de lanzador. Es un trabajo que se me puede dar bien y me motiva. Los últimos años me ha tocado disputar los sprints, pero cuando estaban Gonzalo Serrano y Álex Aranburu tuve algunas oportunidades de trabajar para ellos y tengo el feeling de que se me puede dar bien ese trabajo. Además cuando tenga oportunidades intentaré dar algunos triunfos al equipo o, como en el fútbol, dar algunas asistencias a Moschetti, a Pedersen o al que sea porque en el World Tour son todo detalles, el trabajo bien hecho. Es un engranaje en el que si todo va al 100% es más fácil que las victorias lleguen y me gustaría ser el último en ese engranaje.