Amaia U. LASAGABASTER
EIBAR

El Eibar rescata un punto inesperado en su peor partido

Un Oviedo superior se adelantó en la primera parte. Los azulgranas, con una reacción tardía y tímida, necesitaron más de unahora para forzar su primer córner y sólo dispararon tres veces entre los tres palos. En la tercera llegó el empate de Tejero.

OVIEDO 1

EIBAR 1


Un golazo de Tejero a siete minutos del final evitó la derrota del Eibar en el Carlos Tartiere. Eso y las paradas de Yoel, la última en el descuento, que mantuvo vivo al equipo en el marcador aunque lo que se veía en el campo no invitara al optimismo. Porque los armeros dejaron la sensación de haber firmado su peor partido de la temporada. En la primera parte se vieron totalmente superados por un Oviedo que se podía haber ido al descanso con un marcador más abultado, y en la segunda su reacción fue tan tímida que necesitaron 68 minutos para forzar su primer córner y sólo llegaron a rematar dos veces entre los tres palos.

Es posible que los problemas físicos y el covid –aunque es difícil saberlo porque la información al respecto es inexistente– estén pasando factura, lo que también explicaría los sorprendentes movimientos de la segunda parte cuando, con el marcador en contra, Gaizka Garitano sentó a Stoichkov –que el miércoles ni siquiera entró en la convocatoria con problemas físicos–, Corpas –que no jugaba desde el parón– y Etxeita para meter en el campo a Atienza, Burgos –que el miércoles se había retirado del campo con molestias– y Llorente.

Lo cierto es que el equipo lo hizo mejor pero sólo ligerísimamente. Y eso que no era difícil superar lo visto en un primer tiempo paupérrimo. El Oviedo entró mejor al partido y, con la sensación de que fue tanto por empuje propio como por incompetencia del rival, acabó encerrando a un Eibar que en todo el primer tiempo sólo se acercó a Femenías en una falta colgada al área, un disparo lejano y desviado de Javi Muñoz y una falta directa de Arbilla que fue el único remate entre los tres palos de los primeros 82 minutos.

Todo lo contrario sucedía en el área contraria, donde a Yoel se le acumulaba el trabajo. Sobre todo a balón parado, como acabaría llegando el gol. Lo anotó David Costas en un córner con un cabezazo en el segundo palo.

No hubo respuesta. Después de los cambios, con algo de empuje y poco de juego, y quizá porque al Oviedo le entró miedo –pese a ser el tercer equipo menos goleado, ya ha cedido cuatro empates en su campo tras adelantarse–, el Eibar fue acercándose más al área, aunque tuvo que tirar de Yoel para mantenerse vivo. No parecía suficiente para llevarse premio pero la calidad de sus jugadores se lo dió una vez más.

El empate, con todo, no alcanza a los armeros para mantenerse en ascenso directo.