GARA
GINEBRA
NEGOCIACIÓN RUSIA-EEUU

Rusia niega amenazar a Kiev y EEUU rehúsa frenar a la OTAN

La reunión entre EEUU y Rusia para afrontar la crisis en torno a Ucrania y las cuestiones de seguridad que reclama Moscú dejó, como era previsible, pocos avances. Rusia negó la acusación de que planee atacar a Ucrania, mientras EEUU está lejos de garantizar el freno a la expansión de la OTAN que para Moscú es un «imperativo absoluto».

EEUU y Rusia comenzaron ayer tensas conversaciones en las que abordaron tanto el riesgo de una invasión rusa de Ucrania que denuncia Occidente como la arquitectura de seguridad europea que Moscú quiere rediseñar frenando a la OTAN y rebajando los despliegues militares, entre ellos el nuclear.

La reunión de nueve horas en la representación diplomática estadounidense en Ginebra estuvo liderada por los viceministros de Relaciones Exteriores de los dos países, Wendy Sherman y Sergei Riabkov, y dejó pocos avances más allá del propio comienzo de un diálogo abierto.

Moscú negó la amenaza que denuncia Washington. «No tenemos ningún plan, ninguna intención de atacar a Ucrania, y no puede haberlo», aseguró Riabkov que insistió en que tampoco hay motivos para temer una posible escalada ya que «todas las operaciones para la preparación militar de las tropas se efectúan en los márgenes de nuestro territorio».

Al mismo tiempo, insistió en que Rusia necesita garantías «escritas en piedra» de que la OTAN no se extiende hacia sus fronteras, temiendo la próxima adhesión de Ucrania y Georgia.

Respecto a la posibilidad de que esa ampliación se produzca durante la cumbre aliada de junio próximo en Madrid, el ministro ruso admitió que en las negociaciones de ayer –«complicadas, pero muy profesionales, profundas y concretas»– no hubo avances.

Con todo vio alguna señal positiva. «Tenemos la impresión de que la parte estadounidense se ha tomado nuestras iniciativas con mucha seriedad», dijo.

El diplomático volvió a hacer hincapié en que las garantías de seguridad sobre la no ampliación de la OTAN son un «imperativo absoluto» para Rusia, al igual que ocurre con el despliegue de armamento ofensivo que amenace territorio ruso. Además, la Alianza Atlántica debe renunciar a la asimilación del territorio de los países que ingresaron en el bloque desde 1997. «Si no hay avances en estas tres direcciones clave (...), el trabajo en otros aspectos, aunque sean importantes, estará en el alero», añadió.

Riabkov subrayó que Moscú no puede hacer concesiones en estos tres aspectos y apeló a EEUU a «la máxima responsabilidad», ya que «no se pueden minusvalorar los riesgos relacionados con un posible agravamiento de la confrontación».

Moscú quiere rapidez

Respecto a una posible segunda ronda de negociaciones con EEUU, el viceministro ruso aseguró que Moscú tomará una decisión después de las consultas con la OTAN de mañana en Bruselas y de la reunión que se celebrará al día siguiente en Viena en el marco de la OSCE.

«De todas formas, esto no debe alargarse. No puede transformarse en un proceso que lleve meses o años», señaló.

La subsecretaria de Estado de EEUU, por su parte, rechazó las demandas rusas sobre la expansión de la OTAN o el refuerzo militar de Ucrania alegando que no puede prohibir a otros países tejer alianzas y que la Alianza mantendrá su política de «puertas abiertas». «Un país no puede cambiar la frontera de otro por la fuerza, dictar los términos de terceros países o prohibirles tener alianzas», advirtió Sherman.

La «número dos» de la diplomacia estadounidense apuntó como posible acercamiento la posibilidad de reducir recíprocamente las maniobras militares en zonas de Europa fronterizas entre la OTAN y el área de influencia de Rusia.

Sobre la propuesta rusa de reducción de armamento nuclear y no nuclear en suelo europeo, se remitió a la necesidad de «debates más profundos». Y es que diferencias entre ambas partes también se encuentran en los ritmos de la negociación.

Frente a la urgencia de Moscú, indicó que «la negociación en un asunto tan complejo como el del control de armamento no puede concluirse en cuestión de días, ni siquiera de semanas».

Ademas, exigió «pasos concretos hacia la desescalada de tensiones» acusando a Rusia de invadir «Ucrania en 2014, alimentar una guerra civil en la parte oriental de ese país, y crear una nueva crisis para toda Europa».

Dos soldados ucranianos muertos

Mientras rusos y estadounidenses comenzaban las conversaciones para desactivar la crisis en el este europeo, dos soldados ucranianos murieron ayer en el frente del Donbass. El Ejército ucraniano señaló que los soldados murieron después de saltar sobre un artefacto explosivo. Son los primeros soldados muertos este año en el frente con los separatistas prorrusos. El Ejército ucraniano también acusó a los rebeldes de haber llevado a cabo dos atentados cerca de la aldea de Pisky, en las afueras de Donetsk, una de las capitales de la región del Donbass en conflicto.

La guerra en la región sigue abierta desde 2014, con esporádicos repuntes de los combates. El pasado 22 de diciembre los beligerantes acordaron restablecer un alto el fuego en la línea del frente, pero al día siguiente volvieron a acusarse mutuamente de continuar las agresiones. Todos los intentos anteriores de tregua han fracasado.GARA

La Alianza Atlántica coordina con Ucrania su encuentro con Moscú

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, descartó poder resolver la crisis sobre la seguridad en Europa en esta semana de reuniones. «No creo que podamos esperar que estas reuniones resuelvan todos los problemas», indicó junto a la viceprimera ministra ucraniana para la Integración Europea y Euroatlántica, Olga Stefanishyna, con quien celebró una Comisión OTAN-Ucrania previa al encuentro de mañana de la Alianza con Moscú. «Esperamos acordar un proceso, así que no es realista esperar que cuando haya terminado la semana, las reuniones que están programadas, los problemas estén resueltos» indicó. En cambio, esperó que haya voluntad tanto por parte rusa como de la OTAN de «implicarse en un proceso que pueda evitar nuevos conflictos armados en Europa». Frente a las demandas rusas, de compromisos para renunciar al emplazamiento de más misiles de corto y medio alcance en suelo europeo, y garantías de que la OTAN no se expandirá más al este, tanto Stoltenberg como Stefanishyna defendieron el derecho de Ucrania a elegir sus propios acuerdos de seguridad. «La discusión sobre garantías de seguridad debería empezar con la retirada de las tropas rusas del territorio de Ucrania», señaló la ministra ucraniana, en referencia al conflicto del Donbass. «El agresor no está en una posición de poner condiciones», subrayó, aunque reconoció que es necesario mantener abiertos los canales de diálogo con Moscú.GARA