ZUAZO 25

MÁLAGA 28

El objetivo de que el Málaga no ventilase la eliminatoria en el encuentro de ida se quedó a medias. Los tres goles de renta que se lleva el cuadro andaluz se antojan una distancia insalvable para la vuelta, pero la imagen dejada por Zuazo, que tuteó a su rival, contentó a la grada de Lasesarre.

Lo cierto es que ninguna de las dos escuadras comenzaron el encuentro excesivamente acertadas en el plano ofensivo. Hasta tres ataques consecutivos por cada bando erraron durante unos primeros cuatro minutos en los que no se estrenó el electrónico. A partir de ahí, Málaga ya se entonó y se marchó con un contundente 0-6 a los siete minutos.

A partir de ahí, las anfitrionas, pasito a pasito, fueron recortando la diferencia, hasta llevarla a una distancia desfavorable de tres dianas cuando se cumplía el ecuador de la primera mitad. Posteriormente se entró en una fase de intercambio de goles que derivó en un 9-12.

A falta de seis minutos para el receso, Zuazo aún recortó más la brecha, colocándose a apenas dos tantos (10-12), la cual se estrechó más todavía cuando apenas restaba minuto y medio para irse a vestuarios (13-14).

No empezó bien la segunda parte, con el Málaga marchándose de cuatro (13-17), pero el conjunto vasco reacción hasta plantarse con un 16-17 en el minuto 37, que devolvió la ilusión a la hinchada local. De hecho, dispuso de infinidad de ocasiones para igualar la contienda, pero la falta de eficacia anotadora y el buen hacer de Castellanos en los momentos claves impidieron que se diese un resultado diferente.

Así las cosas, las diferencias no se fueron más allá de los dos tantos, hasta que rozando el minuto 54, las visitantes pusieron algo de tierra de por medio (23-26), brecha que se agrandó a los cuatro goles (24-28) a falta de dos segundos para la conclusión, tiempo que resultó suficiente a Zuazo para ajustar el luminoso en el 25-28 final.