Todavía hay portavoces de PSE y PP, por ejemplo, que salen a la tribuna de oradores del Parlamento de Gasteiz asegurando que ellos se ocupan de los problemas reales de la gente y no de las ensoñaciones nacionalistas. Lo hacen si rubor. Sin querer ver que solo ocupan 16 de 75 escaños, mientras que los de los teóricos sueños abertzales suman 52 representantes, más del triple. Debe de ser que la gente no sabe distinguir sus problemas de sus sueños. Algo así sucede cuando desde el PSOE y Unidas Podemos se les dice ahora a PNV y EH Bildu que si votan contra su decreto de reforma laboral light «tendrán que explicárselo a sus electores y a los trabajadores». Hablan desde una visión española o, si se quiere, colonial. En los cuatro territorios de Hego Euskal Herria CCOO y UGT representan en torno al 35% de los trabajadores. Solo ELA y LAB, a más del 55%. Sumen a estos Steilas, Etxalde e Hiru, que ayer mismo se movilizaron juntos contra este cambalache con la CEOE. Con la mayoría de trabajadores de su lado, PNV y EH Bildu tendrían poco que explicar si votan «no».