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París se blinda para recibir al convoy negacionista copia de los de Canadá

El negacionista «convoy de la libertad» que imita a los surgidos en Canadá se encaminaba ayer hacia París, que se blindó para recibirlo, y desde donde tiene intención de dirigirse a Bruselas, mientras Emmanuel Macron llamaba a la calma al tiempo que aseguraba respetar el «cansancio» provocado por la crisis sanitaria.

Las autoridades francesas tomaron ayer medidas para prevenir la llegada a París de los autodenominados «convoyes de la libertad» negacionistas, surgidos en diferentes ciudades del Hexágono con la intención de confluir en la capital con su protesta contra las medidas restrictivas por la pandemia y las vacunas. Los manifestantes tiene intención de encaminarse posteriormente a Bruselas. En ambas capitales europeas se prohibieron entre ayer y el lunes las marchas –en el caso europeo de vehículos privados y no de camiones– inspiradas en las protestas que hace dos semanas comenzaron en Canadá.

Esta vez son las medidas del Gobierno para contener la pandemia y las adoptadas para fomentar la vacunación, como el pase vacunal, las que han servido de detonador de la protesta, aunque algunos analistas destacan como precedente «autóctono» el de los «chalecos amarillos», ya que se repiten algunas de las reivindicaciones que enarboló, especialmente los relacionados con la carestía de la vida. Algunos de sus líderes están ahora al frente de este nuevo desafío a las autoridades en un contexto marcado por la campaña a las elecciones presidenciales de abril.

Las fuerzas de seguridad reforzaron su presencia en la capital con la llegada de nuevas unidades de Policía y Gendarmería. Ayer se vieron tanquetas circulando o estacionadas en distintos puntos del centro de París, mientras en los accesos se montaban controles de carretera.

El prefecto de París, Didier Lallement, anunció el despliegue de 7.200 agentes, vehículos blindados y material para evitar que se bloqueen ejes importantes de la ciudad.

Mientras, el presidente, Emmanuel Macron, hizo un llamamiento a la calma asumiendo el «cansancio» de la población ante ciertas medidas y asegurando que preservará el derecho de manifestación. El primer ministro, Jean Castex, se negó a asociar esas marchas con la palabra «libertad».

Nueva Zelanda es también escenario de protestas contra las restricciones sanitarias. Allí, los manifestantes, inspirados también en los llamados «convoyes de la libertad» canadienses, llevan cinco días acampados frente al Parlamento en una protesta bautizada como «Campamento de la Libertad».

El jueves hubo enfrentamientos entre la Policía y quienes se oponen a las medidas anticovid cuando las fuerzas de seguridad intentaron disolver la protestas. Se registraron 122 detenciones.

La provincia de Ontario declara el estado de emergencia

El Gobierno de Ontario, epicentro de la protesta contra las medidas anticovid en Canadá, declaró ayer el estado de emergencia por las manifestaciones «ilegales» iniciadas hace dos semanas, mientras el primer ministro, Justin Trudeau, presionado por EEUU para que utilice sus «poderes federales» para el desbloqueo de los pasos fronterizos –entre ellos el puente Ambassador que une Ontario con Detroit–, que ha provocado la paralización de seis plantas de automoción, prometió acabar con la protesta. «Todas las opciones están sobre la mesa», señaló Trudeau, que convocó a su gabinete de crisis, sin aclarar si considera recurrir a las Fuerzas Armadas, que sería el último recurso.GARA