El PP, que lleva gobernando 35 años en Castilla y León, convocó las elecciones anticipadas de ayer con el objetivo de laminar a Ciudadanos y volver a situarse por encima del PSOE, que en 2019 fue primera fuerza gracias a la división del voto de derecha entre esas dos formaciones.

Y, con el escrutinio al 85%, Ciudadanos prácticamente ha desaparecido, pasando de 12 a solo 1 diputado. Pero el partido de Pablo Casado no contaba con que Vox (que sube de 1 a 13) fuera a ser el nuevo fiel de la balanza para marcar la mayoría absoluta, que está en 41 escaños y de la que el PP se ha quedado lejos pese a su victoria en votos (apenas 2 puntos por encima del PSOE) y escaños (31, +2).

Lo que sí ha conseguido el PP es superar al PSOE, que se dejó 7 de los 35 escaños que logró hace dos años y medio, y también a la suma de este con Unidas Podemos, que mantiene 1 escaño.

Al margen de posibles acuerdos con otras fuerzas, el PP podría sacar adelante de nuevo la investidura de Alfonso Fernández Mañueco pero, si no cuenta con el apoyo expreso de Vox, lo haría con menos apoyos que en 2019, ya que entonces sumó 41 escaños (29 del PP y 12 de Cs).

Desde el movimiento “España Vaciada”, la lista de Soria Ya obtiene un excelente resultado: 3 de los 5 escaños provinciales. También Unión del Pueblo Leonés (UPL, autonomista) logra 3 (+2), mientras que Por Ávila, una escisión del PP, se queda con el escaño que ya tenía.

Dos municipios vascos

Como todavía no han logrado que se respete el deseo de la mayoría de sus vecinas y vecinos de integrarse en Araba, ayer también fue jornada electoral en dos municipios vascos: Trebiñu y Argantzon. En ambos la fuerza más votada fue el PSOE.

En Trebiñu, el PSOE logró 111 votos de los 402 emitidos, por delante de PP (101), Podemos-IU-AV (71) y Vox (41). En Argantzon el PSOE obtuvo 46 de los 156 emitidos, por delante de Podemos-IU-AV (35), PP (30), Vox (20) y España Vaciada (11).