Dabid LAZKANOITURBURU

Rusia escenifica un gesto tras un guiño de neutralidad de Ucrania

De visita a Kiev, el canciller alemán, Olaf Scholz, pedía a Rusia un gesto urgente de desescalada. El embajador ucraniano en Londres ponía la alfombra a Moscú al apostar por la neutralidad militar de Kiev. A partir de ahí, desescalada en cascada. Putin accedía a mantener abierta la vía diplomática y evocaba la posibilidad de acelerar el fin de las maniobras militar en Bielorrusia, mientras Minsk y Kiev prometían intercambiar agregados militares.

El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, aseguró ayer al presidente de Rusia, Vladimir Putin, que hay posibilidades de un acuerdo con EEUU y la OTAN sobre «asuntos clave» de las garantías de seguridad que demanda Moscú y anunció que continuarán los contactos.

En una reunión, en parte transmitida por la televisión pública rusa, Lavrov propuso al jefe del Kremlin «continuar e intensificar» las negociaciones, aunque subrayó que «no deben prolongarse eternamente».

«Está bien», consintió Putin, que inquirió sobre la respuesta a las contestaciones de EEUU y la OTAN a las demandas de garantías de seguridad, entre las que se cuenta el compromiso de que nunca Ucrania ni ninguna otra antigua república soviética formará parte de la OTAN.

Lavrov insistió en que Rusia continuará esperando respuesta a sus legítimas preocupaciones sobre la indivisibilidad de la seguridad en Europa de todos los países del espacio de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).

Una OSCE que celebra precisamente una reunión extraordinaria hoy mismo, a convocatoria de Kiev, para obtener información de Moscú sobre sus actividades militares cerca de sus fronteras.

Neutralidad de Ucrania

En las próximas horas sabremos si esta escenificación de Moscú responde a un cambio de escenario o si se incluye en la guerra de propaganda de unos y otros, después de que EEUU alertara de una invasión inminente, incluso hoy o mañana miércoles.

El gesto coincide, eso sí, con unas declaraciones a la BBC del embajador ucraniano en Londres, en las que Vadym Prystaiko aseguraba que su país sería «flexible» sobre su objetivo de sumarse a la alianza militar occidental y recalcaba que Ucrania es un país «responsable».

El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, reiteró ayer que la OTAN «garantizaría nuestra seguridad y nuestra soberanía territorial», pero rebajó el tono y pidió «garantías legales» a Ucrania ante la amenaza rusa.

En este sentido, criticó a EEUU y a Canadá por trasladar sus legaciones diplomáticas de Kiev al oeste de Ucrania y urgió a los oligarcas y empresarios ucranianos que, según la prensa, habrían huido en desbandada por las alertas sobre una invasión, a regresar inmediatamente.

Zelensky hizo estas declaraciones tras recibir al canciller alemán, Olaf Scholz, quien, en vísperas de su llegada hoy a Moscú, exigió a Rusia una «urgente señal» de desescalada.

Atrapada entre su apoyo geopolítico a Ucrania y las dependencia energética de Rusia, sin olvidar su tradicional «Ostpolitik», la diplomacia de Alemania se perfila, paradójicamente, como una de las últimas oportunidades para rebajar la tensión.

En esta línea, Scholz negó en Kiev planes para admitir a Ucrania en la OTAN. «Por eso es un tanto peculiar observar que el Gobierno ruso está haciendo un mundo de algo que prácticamente no está en la agenda» dijo.

Maniobras en Bielorrusia

Así, y pese a que el presidente ucraniano escenificó, a su vez, sus críticas a Berlín, al que recordó que el gasoducto Nord Stream II «es un arma geopolítica», tanto Ucrania como Rusia lanzaron guiños que apuntan a una desescalada.

El Ministerio ucraniano de Defensa informó de una conversación telefónica de su titular, Oleksii Reznikov, con su homólogo bielorruso, Viktor Jrenin, para «fortalecer el clima de confianza y seguridad en la región» y acordaron un intercambio de agregados militares a sendos ejercicios en ambos países.

El ministerio de Defensa bielorruso confirmó el encuentro y el objetivo, y aseguró que Jrenin manifestó a su colega ucraniano que «el pueblo de Ucrania ha sido y será un pueblo hermano para Bielorrusia».

En una jornada de escenificaciones, el ministro ruso de Defensa, Serguei Choigou, informó a Putin en una reunión televisada que «una parte de las maniobras conjuntas ha terminado, otra está a punto de terminar y otra sigue». Las maniobras Zametil-2022 terminan oficialmente el 20 de febrero.

 

La Duma evocará la anexión del Donbass

El Consejo de la Duma (Cámara Baja del Parlamento ruso) prepara dos proyectos de resolución sobre el reconocimiento de las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk, en el este ucraniano, que los diputados estudiarán hoy.

El primer borrador es un documento que presentaron los diputados comunistas y que prevé remitir directamente al presidente el reconocimiento de las repúblicas del Donbass tras su aprobación parlamentaria. El segundo proyecto, propuesto por diputados de la oficialista Rusia Unida, prevé enviar primero ese llamamiento al Ministerio de Exteriores, el Ministerio de Defensa y otros departamentos para que emitan su opinión.

La primera iniciativa, propuesta por los comunistas rusos el pasado 19 de enero, cuenta ya con el respaldo de otros dos grupos parlamentarios, el de Rusia Justa y el del ultra y panruso PLD. Al partido oficialista, Rusia Unida, con abrumadora mayoría en la Duma, también le preocupa la defensa de los ciudadanos rusos en el Donbass.

El presidente de la Duma, Viacheslav Volodin, denunció que el presidente (de Ucrania, Volodimir) Zelensky hace caso omiso de los Acuerdos de Minsk y la OTAN quiere ocupar Ucrania (...) Hay que buscar una solución para los rusos en el Donbass, a los que Rusia ha repartido 700.000 pasaportes.D.L.