Pello Aramendi
Profesor de la UPV/EHU
GAURKOA

La credibilidad del bipartito y la nueva Ley de Educación Vasca

La edad no perdona, pero en mi pueblo dicen que la experiencia es un grado. Cuando uno lee el borrador de la segunda Ley de Educación Vasca, le vienen a la memoria los recuerdos vividos en el proceso de gestación de la primera (1992 y 1993). Según leo el documento me cuestiono si este borrador propuesto por el bipartito PNV-PSE (los dos partidos que hace un cuarto de siglo gestaron la Ley de la Escuela Pública Vasca) tiene la credibilidad suficiente para avanzar en el abordaje de los verdaderos problemas y necesidades del sistema educativo vasco.

En lo que se refiere a la autonomía de los centros educativos, la historia se repite. Aquellos que en 1993 proclamaban a los cuatro vientos este concepto «estrella», aquellos que iban a conceder autonomía a las instituciones escolares públicas vuelven a prometernos lo mismo. Con esta propuesta, no están escenificando otra cosa que su anterior fracaso. La escuela pública vasca difícilmente tendrá tanta autonomía como la privada concertada a no ser que cambien las leyes españolas. Con la nueva ley y en el ámbito de la organización y gestión escolar ¿van a existir redes y centros educativos a dos velocidades? Evidentemente que sí.

Sobre la cuestión económica y las cuotas, el bipartito tampoco lo ha hecho excesivamente bien. En la anterior ley de 1993 la enseñanza era gratuita y ustedes (el PNV y el PSE) permitieron el cobro de cuotas (además de condonar deudas y reducir la inversión en educación hasta aproximadamente el 4,2% PIB), generando más segregación y precariedad en el sistema. Si durante 25 años no han controlado el cobro de cuotas, ¿quién garantiza que lo harán ahora? Y si los centros concertados no las cobraran en el futuro, ¿podrían explicar de qué manera lo van a gestionar? En las últimas décadas sus políticas han dado alas a la educación privada. Las cifras cantan. En la Educación Primaria el 37,5% de los centros educativos son privados concertados y 1,3% son centros privados no concertados y en la ESO el 59,2% son privados concertados y el 1,2% privados no concertados. Somos la comunidad autónoma con más educación privada concertada del Estado español (Consejo Escolar del Estado, 2020), siendo este uno de los países de la UE con más educación privada. ¿Les extraña que exista segregación en el sistema educativo vasco?

En relación con la corresponsabilidad de las diferentes administraciones y las funciones de los Consejos Educativos Locales. ¿Cuál es el modelo que proponen ustedes? La Ley de Bases de Régimen Local y las diferentes leyes educativas españolas conceden a los ayuntamientos solamente el 10% de las competencias educativas, muy lejos de los países europeos con un sistema educativo descentralizado. ¿En qué y cómo van a «colaborar» los ayuntamientos en el ámbito educativo con tan escasas competencias? Quizás, más adelante, deberían concretar un poco más su propuesta.

Y es precisamente la cuestión del papel de los municipios un tema clave que afecta directamente al problema de la segregación escolar. En los últimos 25 años, son ustedes los que han generado una fractura importante en la educación vasca. La guetización y la elitización de centros o la situación de ciudades como Vitoria-Gasteiz que está entre los municipios del Estado español con una educación más segregadora, junto a Madrid que es la ciudad y la comunidad autónoma líder en la Unión Europea (Martínez y Ferrer, 2018). La segregación escolar es el fruto de las políticas generadas por ustedes no solo en la educación, también en el ámbito urbanístico, desencadenante de la segregación residencial (según Rosseti, el 67% de las familias inmigrantes que seleccionan «centros gueto» lo hacen por el criterio de cercanía a sus hogares), inversiones en mega-infraestructuras, políticas sociales y culturales, de igualdad de oportunidades, género, etc. Paliar este fenómeno exige políticas transversales de equidad (Bonal, 2018) que no han desarrollado ustedes (o no lo suficiente) en este cuarto de siglo. Siguen ofuscados en una visión escolar, tradicional y centralizada de la educación vasca. ¿Cómo, con qué medidas, van a reducir la segregación escolar? Para que su propuesta sea creíble, pienso que deberían explicarlo a la sociedad en futuras concreciones de la nueva ley.

Y siguiendo con la cuestión de la segregación (esta vez) social. Respecto a las políticas de convivencia, igualdad de oportunidades y género… ¿Qué credibilidad tiene en este tema el bipartito? ¿No es este el mismo bipartito que ha impulsado durante más de dos décadas el machismo y la privatización (una vez más) de las fiestas en la comarca del Bidasoa? El PNV y el PSE, con su estrategia privatizadora, han fomentado la discriminación de género, las disputas en los centros educativos entre alumnado de uno y otro bando, la tensión entre familias, cuadrillas y vecinos y vecinas hondarribitarras e irunesas… Su política ha generado (de momento) 25 años de sufrimiento y una profunda fractura social y emocional. El conflicto vivo más longevo de Euskadi sigue sin resolverse. ¿Están por la igualdad de oportunidades y la inclusión? ¿Están en contra de la violencia de género? Demuestren que tienen credibilidad y solucionen el problema.

Desearía equivocarme, pero los discretos logros obtenidos en materia de educación durante los últimos 25 años (y especialmente en la última década) me hacen dudar de la credibilidad del bipartido y, a la vez, me llevan a concluir que estamos en puertas de «otro lavado de cara» de la educación vasca, sin cambios relevantes, para legitimar el statu quo educativo actual.