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MOSCÚ
CRISIS (PRE)BÉLICA EN UCRANIA

Rusia reconoce la independencia y asume la protección de Lugansk y Donetsk

El presidente ruso, Vladimir Putin, reconoció la independencia de las repúblicas de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania. Un paso clave que da por muerto el proceso de paz de Minsk y con el que Moscú toma oficialmente los territorios en cuestión bajo su protección.

El presidente ruso, Vladimir Putin, movió finalmente una pieza clave en el conflicto ucraniano que puede alterar todo lo sucedido hasta ahora. El reconocimiento de la independencia de los dos territorios secesionistas en el este de Ucrania, Donetsk y Lugansk, que Moscú había evitado desde su autoproclamación en mayo de 2014 como repúblicas populares, alarmó de inmediato a Kiev y a sus aliados occidentales.

«Considero reconocer inmediatamente la independencia de Repúblicas de Donetsk y Lugansk y pido a Asamblea Federal (Parlamento) los acuerdos de colaboración con las repúblicas», anunció Putin tras un largo discurso televisado en el que exigió a Ucrania que cese las agresiones en Donbass. «En caso contrario, la responsabilidad será de las autoridades de Kiev», advirtió.

Seguidamente el jefe del Kremlin firmó tratados de amistad y asistencia mutua con los líderes de Donetsk, Denis Pushilin, y de Lugansk, Leonid Pasechnik. «Felicidades», dijo Putin a ambos al término de la ceremonia. Previamente, el mandatario ruso había comunicado esta decisión a su homólogo francés, Emmanuel Macron, y al canciller alemán, Olaf Scholz, a los que informó de que tenía intención de firmar el decreto de reconocimiento de ambos entes separatistas,

El paso de Putin va más allá de un órdago para presionar a Occidente. Si hasta ahora exigía el cumplimiento de los Acuerdos de Minsk para solucionar el conflicto, el reconocimiento de la independencia de estas regiones supone dar por muertos estos pactos firmados en 2015, al dejar de lado la integridad territorial de Ucrania.

Putin lo justificó señalando que Ucrania solo reconoce la salida militar a la guerra del Donbass, mientras Occidente ignora lo que ha calificado de «genocidio» de la población rusófona y de quienes se oponen al «agresivo nacionalismo y neonazismo» ucranianos.

 

Un paso clave

Pero, además, el paso clave de Putin supone que Moscú se responsabiliza de la protección de los territorios del Donbass reconocidos como independientes, lo que avanza su implicación directa en guerra y amenaza con elevar el conflicto bélico que se desarrolla desde hace ocho años en una guerra abierta entre Estados. Moscú opta por seguir la vía seguida en Abjasia, Osetia del Sur o Crimea, avalando las secesiones o anexando territorios, algo que hasta ahora parecía evitar.

Pero el paso puede ir aún más allá de los «hechos consumados», ya que los secesionistas prorrusos controlan actualmente menos de la mitad de Donetsk y Lugansk y el resto sigue en manos de Kiev. La duda es hasta dónde llega el reconocimiento del Kremlin.

Putin prologó el anuncio con un largo discurso en el que señaló que Ucrania y su independencia son creación de la Rusia bolchevique, y acusó a las autoridades de Kiev de robar a Rusia y de chantajearla con el tránsito del gas.

También arremetió contra la revuelta del Maidán y el nacionalismo rusófobo ucraniano. «Comenzaron a fundamentar su Estado basándose en todo lo que nos separa», indicó, para señalar a continuación que la revuelta fue un golpe de Estado financiado por Occidente.

El presidente ruso se refirió también a la amenza de Ucrania y de la OTAN contra Rusia, al manifestar que Kiev tiene la capacidad, la tecnología y los medios de crear sus propias armas nucleares, para lo que cuenta con el apoyo de Occidente. «Es cuestión de tiempo», aseguró.

Putin volvió a denunciar la expansión de la OTAN hacia las fronteras rusas y que la integración de Ucrania «es cuestión de tiempo», al tiempo que criticó las vagas promesas occidentales en sentido contrario, con lo que advirtió del riesgo de ataques relámpago contra todo el territorio europeo de Rusia.

«No podemos sino reaccionar. No podemos quedarnos de brazos cruzados», zanjó.

La decisión de reconocer a Donestk y Lugansk había estado precedida por la petición del Parlamento ruso y también de los líderes de los dos territorios separatistas, que la reiteraron antes de la declaración oficial.

Putin había reunido unas horas antes a los miembros de su Consejo de Seguridad, en un encuentro retransmitido por la televisión rusa, para preparar el reconocimiento de las repúblicas del Donbass.

En la reunión –en la que participaron el primer ministro, Mijail Mishustin; el ministro de  Exteriores, Sergei Lavrov; el titular de Defensa, Sergei Shoigu; el expresidente Dmitry Medvedev; los jefes de los servicios de inteligencia y los líderes de las cámaras del Parlamento–, la mayoría consideró que había llegado el momento de reconocer a ambas repúblicas separatistas que se enfrentan al Gobierno de Kiev.

Solo el secretario del Consejo de Seguridad, Nikolai Patrushev, y el jefe de Inteligencia Exterior, Sergei Naryshkine, opinaron que se debe dar a Kiev una «última oportunidad» para implementar los Acuerdos de Minsk.

Ruptura de Minsk

Este texto, negociado en 2015, prevé la devolución de los territorios al control de Kiev, a través de un estatus de autonomía, reconocido en una reforma constitucional y tras un proceso electoral.

En los contactos diplomáticos que diferentes actores europeos han mantenido en las últimas semanas, la reactivación de los Acuerdos de Minsk parecía ser una puerta a la solución del conflicto, pero Ucrania se niega rotundamente a negociar con los separatistas armados prorrusos y sus líderes rechazan la validez de los acuerdos.

En la reunión del Consejo, Putin estimó que «ya no tienen ninguna perspectiva» de implementarse, después de que el encargado de las negociaciones de paz en Ucrania, Dmitri Kozak, señalara que el proceso «está en punto muerto desde 2019» y que Kiev nunca pondrá en marcha los Acuerdos de Minsk.

En la reunión, las autoridades rusas compararon a los dirigentes del Ejecutivo ucraniano con «nazis» que querían exterminar a la población rusófona . 

Putin también advirtió de que su país se enfrenta a una amenaza «grave» y «muy grande».

Moscú rechaza tener planes de invadir Ucrania, pero EEUU y sus aliados le piden que explique el despliegue de decenas de miles de soldados, apoyados por tanques y lanzamisiles.

El Kremlin reclama garantías de seguridad como el fin de la ampliación de la OTAN y la retirada de las fuerzas de EEUU del este de Europa, demandas rechazadas por Occidente, que amenaza a Rusia con sanciones «devastadoras» en caso de una ofensiva contra Ucrania.

EEUU y la UE preparan su primera respuesta con sanciones

Kiev y sus aliados escucharon el discurso de Vladimir Putin preparando su reacción al reconocimiento que se esperaba y advirtiendo con duras sanciones. Al hacerse oficial, se agitaron todas las cancillerías. El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, convocó una reunión del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa del país. La ONU pidió evitar cualquier decisión unilateral que atente contra la integridad de Ucrania. El mandatario de EEUU, Joe Biden, y su homólogo ucraniano conversaron durante unos 35 minutos después del discurso televisado de Putin.

A su vez, Biden habló con el presidente francés, Emmanuel Macron, y con el canciller alemán, Olaf Scholz.

Además, el mandatario estadounidense anunció que firmará «pronto» una orden ejecutiva con sanciones económicas para las repúblicas de Donetsk y Lugansk, que prohibirá inversiones, comercio y otras transacciones económicas por parte de instituciones y ciudadanos estadounidenses. Biden se reunió asimismo con su equipo de seguridad nacional en la Casa Blanca

«La UE reaccionará con sanciones contra los involucrados en este acto ilegal», anunciaron en un comunicado conjunto los presidentes del Consejo Europeo ( y la Comisión Europea, Charles Michel y Ursula von der Leyen. También la OTAN condenó un reconocimiento que «socava aún más la soberanía y la integridad territorial de Ucrania. El resto de aliados de Kiev se sumó a la demanda de duras sanciones, comenzando por las máximas autoridades de Letonia y Polonia. En Ucrania, la fiscal general, Irina Venediktova, anunció la apertura de una investigación penal contra Vladimir Putin.GARA