La decisión de Gobierno francés de retirar el estatus DPS a Yvan Colonna, al «haber desaparecido el riesgo de fuga», ahora que se encuentra postrado, en coma, en una cama del hospital de Marsella, fue recibida como una provocación en Corsica, que vive una oleada de protestas.

Las hogueras y los incidentes se sucedieron el miércoles al anochecer ante delegaciones estatales francesas en la isla mediterránea, donde desde hace una semana se desarrollan movilizaciones en apoyo al preso Yvan Colonna, al que una agresión en la prisión de Arles le dejó en coma.

Cada tarde hay concentraciones que dan réplica, a nivel local, a la multitudinaria marcha que congregó a unas 10.000 personas el domingo en Corti.

Varios cientos de estudiantes de Secundaria marcharon ayer por la mañana en Aiacciu tras una pancarta con el lema “Por Yvan. Estado francés asesino”.

Calvi, Bastia, Aiacciu... las hogueras y los lanzamientos de cócteles molotov se suceden ante las suprefecturas, y el empleo de material antidisturbios como balas LBD por parte de la Policía ha encendido las luces de alarma.

«Evitad por todos los medios poner vuestras vidas en peligro», instaba a principios de semana a través de un mensaje público la familia Colonna, un mensaje que recalcó el presidente de la Colectividad Territorial, Gilles Simeoni.

De momento esas llamadas a la calma no se han hecho sentir en unas calles en las que el último anuncio del Gobierno francés, que comunicó a los abogados de la familia Colonna que se retira el estatus DPS al preso, ha sido interpretado, en consonancia con la declaración del letrado Pantallacci, como una provocación suplementaria.

Y es que en ese escrito se razona que Colonna ha dejado de ser considerado como preso peligroso al «haber desaparecido el riesgo de fuga».

Ese estatus ha impedido que Colonna fuera trasladado, como solicitó en reiteradas ocasiones, a una cárcel insular. Y el mismo grado se mantiene para otros dos presos: Alain Ferrandi, a quien se ha denegado recientemente la libertad condicional, y Pierre Alexandri, condenados como Colonna en relación al atentado que costó la vida al prefecto Claude Érignac en 1998.

La falta de humanidad de esa comunicación sobre la retirada del estatus DPS a Colonna ha causado un rechazo generalizado en la isla, pero ha tenido el efecto en positivo de aunar a la familia nacionalista, muy segmentada.

Tras una primera movilización compartida en las calles de Corti, a la que se sumaron personalidades del mundo de la universidad o de la economía ajenas al espectro nacionalista, se han sucedido los intercambios.

Proteger a los jóvenes

Hasta que la reunión celebrada el martes en la capital histórica de la isla concluyó con un acuerdo de tres puntos entre la práctica totalidad de los actores.

Reclaman justicia y verdad sobre la agresión a Colonna, la libertad de los presos corsos y el reconocimiento de la identidad nacional del pueblo corso.

Desde el miércoles este colectivo asume el compromiso de emprender acciones sobre el terreno para «impedir que la juventud corsa se exponga a actos de represión y acciones policiales extremas», en la línea de la solicitud de la familia Colonna.

Se anunció una nueva movilización nacional el domingo en Bastia.