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Erbil

Irán ataca con misiles un «complejo de Inteligencia» de Israel en Erbil

Los Guardianes de la Revolución de Irán han reivindicado el ataque con misiles balísticos en Erbil, capital del Kurdistán iraquí. En su comunicado, afirman que el objetivo era un «centro estratégico de la Inteligencia israelí», situado muy cerca del nuevo consulado de EEUU, para así vengar la muerte de dos de sus oficiales en un bombardeo israelí en Damasco.

Más madera. Si el mundo contiene la respiración a duras penas con la guerra en Ucrania, ayer volvieron a saltar las alarmas y se desataron los miedos sobre la posibilidad de que se abra un nuevo frente de guerra. Ocurrió en Erbil, capital del Kurdistán iraquí. Los Guardianes de la Revolución iraní reivindicaron el lanzamiento de doce misiles balísticos, al parecer de corto alcance y lanzados desde el otro lado de la frontera este de Irak. Aseguraron que iban dirigidos contra un «centro estratégico de Inteligencia» de Israel en represalia por la muerte de dos de sus oficiales en un ataque israelí con misiles en las inmediaciones de Damasco, la capital siria, el pasado lunes.

Según confirmaron fuentes del Gobierno kurdo, el ataque causó dos heridos y cuantiosos daños materiales.

Antes de conocerse la reivindicación oficial de Teherán, se especuló con que el objetivo fuera el aeropuerto de Erbil, donde hay instalaciones con militares estadounidenses, o el propio consulado de EEUU, que está cerca del complejo atacado, ya que las milicias afines a Irán son sospechosas de estar detrás de numerosos ataques con misiles, cohetes y drones contra intereses norteamericanos en el país y ya habían atacado antes en Kurdistán.

Mensaje no solo para Israel

El Departamento de Estado de EEUU, que denunció este «odioso crimen», señaló que su personal y sus instalaciones no habían sido afectadas. Israel ni confirmó ni desmintió nada, guardó un silencio total. Y las autoridades kurdas se apresuraron a indicar que no hay «ninguna instalación israelí en Erbil ni en sus inmediaciones».

No es la primera vez que Irán ataca Erbil con misiles balísticos. En enero de 2020, en represalia por la muerte en un ataque de drones de EEUU del general iraní Qassen Soleimani, que dirigía la Fuerza Al Quds, el brazo de operaciones exteriores de los Guardianes de la Revolución, y de su lugarteniente iraquí, Abu Mahdi al-Muhandis, Teherán respondió disparando misiles contra bases militares en Irak que albergan a las fuerzas estadounidenses, entre ellas las de la capital del Kurdistán iraquí.

En los últimos años, Irak hace equilibrios para mantener buenas relaciones tanto con EEUU como con Irán. Diferentes analistas y también Masrour Barzani, primer ministro del Kurdistán iraquí, indicaron que este ataque busca condicionar las negociaciones en un Parlamento fragmentado para formar un nuevo gobierno en Bagdad. En ellas, va tomado fuerza la posibilidad de un frente anti-iraní formado por kurdos, suníes y el chiísmo nacionalista iraquí.

El trasfondo de la relación de Irán con el mundo y con Irak

El ataque de Erbil llega en un momento crítico en un doble sentido. Por una parte, las conversaciones de Viena sobre la reactivación del acuerdo nuclear de 2015 han sido suspendidas, a pesar de haberse sellado casi un compromiso para revivirlo. El revés se produjo después de que Rusia exigiera garantías de que las sanciones occidentales impuestas a su propia economía por la guerra en Ucrania no afectarían su comercio con la República Islámica.

Por otra parte, la onda expansiva de este ataque se va a sentir en la política interna de Irak. Los partidos políticos iraquíes, la mayoría de los cuales tiene sus respectivos brazos armados, se encuentran en tensas conversaciones sobre la formación de un gobierno después de las elecciones de octubre del año pasado. El poderoso clérigo chií Muqtada al-Sadr –al que quizá Irán haya querido pasar el mensaje– ha prometido formar un gobierno que deje fuera a los aliados de Irán e incluya a kurdos y suníes. GARA