El Estado español dio ayer por iniciada una «nueva etapa» en las relaciones con Marruecos al apostar por la propuesta de autonomía presentada por Rabat para el Sahara Occidental en 2007 ante Naciones Unidas.

Madrid dejó atrás cinco décadas de supuesta neutralidad y apoyo a las resoluciones de la ONU al aliarse con el régimen marroquí y abrazar su tesis, descartando la salida democrática basada en la legalidad internacional y en la convocatoria de un referéndum de autodeterminación, que Rabat siempre ha considerado inaceptable.

El Ejecutivo de Pedro Sánchez indicó que esa «nueva etapa» se basará en el «respeto mutuo, el cumplimiento de los acuerdos, la ausencia de acciones unilaterales, y la transparencia y comunicación permanente» y se desarrollará en «una hoja de ruta clara y ambiciosa». Con especial incidencia en «afrontar juntos los desafíos comunes, especialmente la cooperación en la gestión de los flujos migratorios en el Mediterráneo y en el Atlántico», una cuestión que sin duda ha pesado en la decisión.

Madrid reaccionó así al comunicado de Rabat, que fue el que dio a conocer que Sánchez había trasladado a Mohamed VI que el Estado español considera la propuesta de autonomía para el Sahara Occidental como «la base más seria, creíble y realista para la resolución de esta disputa». Según la nota de Rabat, Sánchez «reconoce la importancia de la cuestión del Sáhara para Marruecos» y destaca los «esfuerzos serios y creíbles de Marruecos en el marco de Naciones Unidas para encontrar una solución mutuamente aceptable».

«Sucumbe al chantaje»

El Frente Polisario lamentó que Pedro Sánchez «sucumbe ante la presión y el chantaje permanente» marroquí al avalar su plan de autonomía como «peaje» para retomar las relaciones políticas y diplomáticas entre ambos.

El delegado del Frente Polisario en Madrid, Abdulah Arabi, declaró a Europa Press que el Gobierno español lleva años «intentando agradar a Marruecos», jugando con una «ambigüedad» que no le corresponde como «potencia administradora» de un territorio pendiente de descolonización.

A su juicio, su reconocimiento del plan de autonomía evidencia la «hipocresía» española cuando se habla de «defender la legalidad internacional».

Señaló que el plan de Rabat «es una opción, pero no es la solución», y reivindicó la necesidad de convocar un referéndum que contemple la autodeterminación y no que el Sahara Occidental quede bajo los designios de Marruecos. «La solución tiene que basarse en la elección del pueblo saharaui», recalcó.

Arabi aclaró, además, que las autoridades españolas no comunicaron previamente al Frente Polisario el giro en su postura sobre el Sahara.

Nueva crisis de Gobierno

La decisión unilateral de Pedro Sánchez ha provocado la enésima crisis entre los socios del Gobierno español. Unidas Podemos, aseguró no haber sido consultado ni informado, se desmarcó de Sánchez y subrayó que la «única solución» para el Sahara Occidental pasa por implementar el derecho internacional, que pauta un referéndum, y «respetar la libre autodeterminación» del pueblo saharaui.

El ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, aseguró, por contra, que hay «unidad total» en el Gobierno , pese a algunas diferencias que, en su opinión, son «normales en todos los gobiernos de coalición».

 

Los socios de Sánchez rechazan su decisión

ERC, Más País e EH-Bildu expresaron ayer su rechazo al plan de autonomía de Marruecos porque lo ven contrario a las resoluciones de Naciones Unidas y acusaron al Gobierno español de alejarse «de la posición correcta«.

El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, escribió en las redes sociales un escueto mensaje para dejar clara su posición: «¿Gas o principios?, gas».

Arnaldo Otegi, coordinador general de EH Bildu, también reaccionó en Twitter: «La única solución posible para el pueblo saharaui es garantizar su legítimo derecho a la autodeterminación, de acuerdo a las resoluciones de la ONU. El pueblo saharaui contará siempre con nuestro apoyo incondicional».

El portavoz de la coalición abertzale en el Senado, Gorka Elejabarrieta, acusó a Pedro Sánchez de «negar al pueblo saharaui el legítimo derecho a la autodeterminación».

Iñigo Errejón, líder de Más Madrid, sostuvo que «España no puede caer presa del chantaje de la monarquía marroquí. Seguiremos apoyando la justa reivindicación del pueblo saharaui». GARA