Arnaitz GORRITI
Entrevue
JAVI RODRÍGUEZ
ENTRENADOR AYUDANTE DE SURNE BILBAO BASKET

«Lo que hará especial el derbi de Miribilla es ver que las gradas otra vez están llenas»

Parece que fue anteayer cuando Javi Rodríguez –Porriño, 1979– debutaba en la Liga ACB de la mano de Saski Baskonia, y ayer cuando «el Chino» compartía parqué con Javi Salgado y Alex Mumbrú en Bilbao Basket, con los que hoy comparte traje y corbata. Enfrente, un Saski Baskonia en el que, ya es casualidad, espera en el banquillo gasteiztarra otro compañero de fatigas de Rodríguez: Ricardo Uriz.

El derbi del Bilbao Arena de las 17.00 está en plena cuenta atrás, un partido con las aficiones presentes y en el que Javi Rodríguez no se fía de que Saski Baskonia encadene su tercer partido. «Debemos meternos al público en el bolsillo, y eso se logra saliendo a por el partido», dice.

Vuelve un derbi en Miribilla. ¿Más motivados en la preparación?

Un derbi es un partido diferente, sobre todo en lo que respecta al público, que es la que vive la rivalidad. Para los jugadores, con los equipos que cambian siete u ocho de una temporada a otra, no lo es tanto. Y para nosotros, la preparación es importante por la victoria, ahora que venimos de una derrota dura en Andorra y perder el último partido en casa ante el Joventut.

Pero sigue siendo un derbi.

Sí, pero lo que va a hacer más especial el partido de Miribilla es que lo más seguro es que se llenen las gradas después de las restricciones de los dos últimos años. Los aficionados de los dos equipos van a venir al estadio y eso es lo que le va a dar el carácter más especial, el que le va a dar el componente de rivalidad de los dos clubes. Con tantos jugadores que han cambiado en uno y otro equipo del año pasado a este, vivir esa rivalidad es un poco más difícil, si no es a través de los ánimos de la grada.

También está que Bilbao Basket y Baskonia se miran casi cara a cara en la clasificación.

Venimos de haber perdido ‘dos veces’ en Burgos un partido que tuvimos hasta 15 puntos de ventaja, de caer ante la Penya en un partido que nos costó ponernos a competir, ganar muy bien al Breogán en su pista y caer en Andorra cuando a falta de ocho minutos estábamos dos puntos arriba. Tenemos 11 victorias y se dice que la salvación se garantiza con 12. En ese sentido, ganar no es una urgencia para salvarnos, pero sí es importante porque queremos darle a la afición la duodécima victoria y demostrarle que su equipo puede ganar a rivales de Euroliga.

En Gasteiz Baldwin les hizo daño. ¿Algún plan para frenarlo?

Tendrá que ser un plan colectivo, porque ante jugadores de ese nivel, pretender pararlo de una forma individual no tiene sentido. Es un gran jugador, pero la idea es poder limitarlo al máximo y que no se aprovechen otros compañeros suyos.

Por parte suya, les faltará Hakanson. ¿Tanto les resta su ausencia?

En Andorra no lo tuvimos y lo terminamos por notar. Mientras se recupera, toca buscar otras formas de hacer daño al rival, y ahí entra la defensa. Si buscamos la solución individual, será más difícil; dependemos unos de otros, más que nunca.

Ustedes sí llevan ventaja en la preparación del derbi; han dispuesto de toda la semana.

Eso no garantiza nada. Los equipos de Euroliga conforman plantillas largas y están acostumbrados a jugar dos y hasta tres partidos semanales. La diferencia la marca el hacer las cosas bien en el partido.

¿Prefiere centrarse en su equipo?

¡Claro! Analizamos al rival, pero centrados en nosotros, porque sería muy mala señal que un equipo no creciera durante la temporada. Un equipo en marzo no puede ser el mismo que en noviembre, porque significa que no ha mejorado.

En ese sentido, quisiera darle también importancia al hecho de ganarle al equipo ‘de abajo’ en la clasificación. Llegados a estas fechas, casi todo el mundo se juega mucho. La cuestión es encontrar un plus y, para mí, nuestro plus está en los partidos de casa, con nuestra gente.

En el derbi tenemos que meternos a nuestro público en el bolsillo desde el principio, y eso se logra saliendo a por el partido desde el minuto uno.

Usted conoció al Baskonia antes de que diera el salto a la Euroliga.

¡Cuánto ha cambiado desde entonces! Ya se veía que era un club en crecimiento, y de hecho, dio el salto a la Euroliga poco después. Hay que darle mérito, porque conseguir mantenerse en la élite jugando en una ciudad pequeña como es Gasteiz, es muy difícil.