El sospechoso de haber disparado en el metro de Nueva York en hora punta el pasado martes hiriendo de bala a 23 personas fue detenido ayer y será procesado por «ataque terrorista».

El hombre, identificado como Frank James, un afroamericano de 62 años, fue detenido en Manhattan gracias a una denuncia, según la Policía de Nueva York, que lo buscó durante más de 24 horas tras el tiroteo en el sur de Brooklyn.

El sospechoso ya había sido detenido en 12 ocasiones por delitos sexuales, robo o desórdenes públicos, pero nunca llegó a ser condenado por un delito en el estado de Nueva York.

«Comparecerá ante un tribunal federal en Brooklyn y si es declarado culpable se enfrentará a la cadena perpetua», afirmó el fiscal Breon Peace.

Alrededor de las 08.30, cuando los vagones del metro están abarrotados, el sujeto, que portaba una máscara antigás, encendió dos artefactos que llenaron el lugar de humo y luego efectúo 33 disparos contra los pasajeros hasta que el arma se encasquilló y abandonó el lugar.

La Policía no dio ninguna indicación sobre los motivos que llevaron a James a efectuar ese atentado, aunque en un vídeo que había grabado recientemente dejó dicho que estaba «lleno de odio y lleno de rabia».

James ha publicado múltiples vídeos con largas y vehementes diatribas que evoca cuestiones raciales, la inseguridad en Nueva York y ataca a personas homosexuales o al nuevo alcalde, Eric Adams.

Al parecer, y según varios medios, James ha tenido algún tipo de enfermedad mental que le hizo ser ingresado en centros médicos especializados, una experiencia que él calificó de «terrorífica».