El veterano político y nobel de la paz José Ramos-Horta, uno de los padres de la independencia de Timor Oriental, ganó el martes las elecciones presidenciales en su país, lo que supone su regreso a la Jefatura del Estado y a la primera línea de la política tras diez años en un segundo plano. Ramos-Horta obtuvo en la segunda vuelta el 62,06% de los votos, frente al 37,91% logrado por su rival, el actual presidente, Francisco «Lu Olo» Guterres, antiguo guerrillero durante la brutal ocupación indonesia (1975-1999) que dejó entre 90.000 y 200.000 muertos.

Una vez tome posesión del cargo el 20 de mayo para un mandato de cinco años, Ramos-Horta ha prometido resolver el bloqueo político en el Gobierno de coalición y en el Parlamento que impide la aprobación de los presupuestos desde 2020 en esta excolonia portuguesa.

El cargo de presidente tiene menos prerrogativas que el del primer ministro en Timor y estas elecciones han sido vistas como una lucha de poder entre los principales partidos.

Ramos-Horta, que fue presidente entre 2007 y 2012, fue apoyado por el Consejo Nacional para la Reconstrucción de Timor Oriental (CNRT), liderado por el popular político y exguerrillero Xanana Gusmao, mientras que el histórico Frente Revolucionario de Timor Oriental Independiente (Fretilin) respaldó a su líder Guterres, que en 2017 fue elegido presidente con el apoyo de Gusmao, primer mandatario del país. Pero rechazó nombrar ministros del CNRT y desató una crisis política.

Hacer frente a la pobreza, que afecta al 41,8% de la población, y el desempleo juvenil son los principales retos en Timor Oriental.