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KIEV

Kiev espera a Blinken y Austin con la petición de más y mejores armas

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, esperaba en Kiev recibir la más alta representación de EEUU llegada al país en los dos últimos meses, los secretarios de Estado y de Defensa, Antony Blinken y Lloyd Austin, con una lista de peticiones de más y mejores armas. A la vez, la ONU exigió una tregua en Mariupol, donde Kiev propuso a Moscú negociar la salida de sus tropas atrincheradas en el complejo industrial Azovstal.

El comienzo del tercer mes de la guerra en Ucrania tras la invasión rusa estuvo ayer marcado por el anuncio de la visita de más alto nivel de autoridades de EEUU a Kiev desde el 24 de febrero, la de los responsables de la estrategia diplomática y militar de Washington.

El Gobierno ucraniano había anunciado la llegada del secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken y del de Defensa, Lloyd Austin, en el día en que tanto Rusia como Ucrania celebraban la Pascua ortodoxa, preparando un claro mensaje de que la fuerte implicación de EEUU en la guerra continuará en un conflicto que prevén muy largo.

Además, el anuncio respalda la demanda fundamental de Ucrania que Zelensky recuerda a diario desde hace dos meses a sus aliados en cada contacto, cada visita a Kiev o en cada intervención ante sus parlamentos: más y mejores armas.

Cuando el sábado anunció la vista de Blinken y Austin también afirmó que sus aliados «no deberían venir con las manos vacías, no solo con regalos y pasteles. Esperamos cosas concretas y armas concretas».

Con los 800 millones de dólares que el presidente de EEUU, Joe Biden, anunció el pasado jueves, el monto de la ayuda militar de Washington a Kiev se eleva a 2.000 millones de dólares.

El armamento es además cada vez más sofisticado y llega más rápido al frente. Concretamente, Ucrania espera sistemas antimisiles, antiaéreos, tanques y blindados.

Hasta ahora drones, blindados y toneladas de obuses y municiones que, junto a la fuerte asistencia similar de países europeos, han resultado claves en frenar el avance ruso. Por su parte, Rusia apunta en los ataques de los últimos días a los depósitos y almacenes de armas ucranianos.

La visita de Blinken y Austin es esperaba mientras continúan los intensos combates en el este y el sur de Ucrania, oscureciendo las ceremonias de la principal festividad cristiana ortodoxa, para la que se habían hecho en vano múltiples llamados a una tregua. Naciones Unidas insistió ayer en pedir una tregua inmediata en Mariupol, puerto estratégico del mar de Azov controlado casi en su totalidad por el Ejército ruso, para permitir la evacuación de unos 100.000 civiles.

«Es necesaria una pausa inmediata en los combates para salvar vidas. Cuanto más esperemos, las vidas estarán más amenazadas. Deben ser autorizados a evacuar ahora, hoy. Mañana será tarde», exhortó el coordinador de la ONU en Ucrania, Amin Awad. Un reducto cientos de combatientes ucranianos, entre ellos el neonazi batallón Azov, y de civiles se ha atrincherado en los túneles subterráneos y búnkeres del enorme complejo industrial de Azovstal en Mariupol.

El Estado Mayor ucraniano aseguró que Azovstal está siendo atacada con bombardeos aéreos a pesar de que el presidente ruso, Vladimir Putin, había expresado la renuncia al arriesgado asalto de sus túneles para salvar las vidas de los soldados rusos, y optado en su lugar por bloquearla de tal manera que «no pase ni una mosca».

El llamamiento de la ONU a la tregua se produjo después de que el sábado fracasara un intento de evacuación de civiles. Kiev culpó a las fuerzas rusas por haber organizado un corredor de salida hacia Rusia, lo que consideró «un engaño y una provocación», mientras las fuerzas prorrusas de Donetsk acusaron a «los nacionalistas ucranianos» de obstaculizar la evacuación.

Intercambio de soldados

El asesor presidencial ucraniano Mijailo Podolyak, miembro de la delegación ucraniana en las estancadas negociaciones con el Gobierno de Moscú, también pidió una «verdadera tregua en Mariupol» por la Pascua ortodoxa y un corredor humanitario para los civiles.

Podolyak sugirió celebrar una ronda especial de conversaciones sobre Mariupol «para que podamos recoger/intercambiar soldados».

«Pascua 2022. Pero ahora mismo la Federación Rusa está atacando Azovstal en Mariupol sin parar. El lugar donde se encuentran nuestros civiles y militares está siendo atacado con bombas aéreas, bombardeado con artillería, y se están concentrando intensivamente fuerzas y equipos para un asalto. ¿Quién dio allí la orden de ‘no asaltar’?», escribió en Twitter.

Otro asesor ucraniano, Oleksei Arestovich, reiteró la oferta a Moscú proponiendo incluso negociar en la misma acería sometida a bombardeos. Además, advirtió de que habrá «conse- cuencias» si Rusia no accede a la propuesta. «Os recordamos que en el Kremlin no os gustarán las consecuencias si no accedéis», amenazó.

Además, Arestovich negó que la gigantesca planta industrial sea el último foco de resistencia ucraniana en Mariupol y sostuvo que hay cinco bolsas de resistencia más.

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, advirtió el sábado de que Ucrania se retiraría de las negociaciones si sus soldados no salían con vida de la acería.

También la viceprimera ministra Iryna Vereschuk reclamó a la ONU que consiga un alto el fuego. «Ya no pedimos, exigimos que la ONU garantice un alto el fuego y la apertura de un corredor humanitario tanto desde Azovstal como desde Mariupol en su conjunto. Si no se garantiza un alto el fuego en los próximos días en Mariupol, entonces la ONU no vale un céntimo y estos viajes tampoco valen un céntimo», afirmó en referencia a la próxima reunión en Moscú del secretario general de Naciones Unidas con Putin.

Mientras, continuaron los combates en el este y el sur de Ucrania, donde las tropas rusas logran hacerse con algunas aldeas. Según el Estado Mayor ucraniano, Jarkov, la segunda ciudad del país, permanecía «parcialmente bloqueada» por las fuerzas rusas, que continuaron bombardeando e intensificaron sus ofensivas en tres direcciones: Severodonetsk, capi- tal de facto de la región de Lugansk bajo control ucraniano; Popasna, unos cincuenta kilómetros más al sur; y Kurajikva, cerca de Donetsk.

El Ejército ruso, por su parte, informó de haber llevado ataques con misiles contra nueve objetivos militares ucranianos, incluidos cuatro depósitos de municiones al sur de la región de Jarkov.

La localidad de Rubijne, que contaba con 60.000 habitantes antes de la guerra, se encuentra en mitad de la línea del frente en la ofensiva rusa. Tras un mes de bombardeos, han tomado la parte norte, mientras en el sur siguen presentes las fuerzas ucranianas, cuya artillería intenta contener el avance. En Koroviy Iar, localidad del norte de Donbass, los rusos también han tomado posiciones desde el sábado y se producen combates a la entrada de la aldea.

Guterres y Erdogan intentan reactivar las negociaciones

Las negociaciones entre Rusia y Ucrania se encuentran estancadas desde hace casi un mes, después de recrudecerse los combates en Mariupol y salir a la luz las imágenes de Bucha. La última ronda de conversaciones presenciales entre los delegados de ambos países tuvo lugar en Estambul el pasado 29 de marzo y en ella sugirieron tímidos avances que no han llegado a producir acuerdo alguno. El ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, acusa a Kiev de haberlos paralizado con cambios de postura forzados por EEUU, y de no responder a la última propuesta que Moscú le ha hecho llegar. Mientras, Volodymyr Zelensky, insiste en reunirse con Vladimir Putin, porque no cree que los contactos a través de mediadores den el «resultado deseado». Aun así, tanto el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, como el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, intentan relanzarlos. Erdogan habló ayer con Zelensky y se reunirá hoy en Ankara con Guterres, antes de que el secretario general de la ONU hable con Putin en Moscú y con Zelensky en Kiev. El Gobierno ucraniano reprocha a la ONU que no haya logrado una tregua y a Guterres en particular que viaje antes a Moscú.

El asesor presidencial ucraniano Oleksiy Arestovich estima que «para el 9 de mayo (día en el que Rusia celebra la victoria de la URSS sobre la Alemania nazi) anunciarán victorias preliminares, dirán que las tareas han sido cumplidas y ofrecerán negociar», parando los combates. Pero, a su juicio, el conflicto bélico continuará durante todo el año si las conversaciones fracasan y Rusia retomará la ofensiva. «Luego todo dependerá de cómo funcionan las sanciones, si habrá más y cómo continuará llegando la ayuda occidental a Ucrania», opinó.GARA